Guillermo, sintiéndolo mucho, ha demostrado parecerse muchísimo a su hermano en el manejo de esta historia. Ambos tienen el mismo trauma con la prensa y lo reflejan con todo lo que rodea o ha rodeado a sus mujeres. Y si la opacidad a la que Quique sometió a los medios durante el embarazo, nacimiento y bautizo de Archie resultó en un completo caos y alimento para la polémica, lo mismo está sucediendo ahora. Una fue por cuestiones felices y otra por cuestiones preocupantes, pero opacidad hubo y ha habido en ambas gestiones. Supongo que el fin era el mismo: mantener a raya a la prensa británica. Y el resultado también ha sido el mismo: la comunicación y la credibilidad de ambas parejas siendo cuestionadas, por la prensa o por el público.
Es para reflexionar largo y tendido.
Los corresponsales británicos están participando más que nunca en nuestros programas patrios y se están quedando a cuadros ante lo que tienen que escuchar. Algunos se han negado a hacerlo porque dicen, textualmente, que los medios españoles "solo hablan de basura inventada". Con la nueva leyenda negra hemos topado.
Los medios británicos no se están haciendo eco de las paranoias lunáticas que pululan por las redes, porque saben que no llegan ni a informaciones sin contrastar. Pero el resto de medios del universo sí están dando cabida a esos bulos. Ahí está el problema, como ha dicho una periodista española esta mañana. Si los medios de comunicación beben de lo que se dice en las redes y no contrastan lo que leen, mal vamos. Si esos mismos medios ponen en cuestión a otros medios de comunicación como TMZ o The Sun (por muy asquerosa que sea su línea editorial), quienes se están jugando su credibilidad con una exclusiva mundial, mal van. Mal va el oficio y mal vamos nosotros, porque en la era de las telecomunicaciones, cuando mejor informados deberíamos estar, resulta que más ignorantes parecemos.
Vamos, es acojonante que haya gente que crea que la que sale en el video no es Catalina porque la imagen no tiene la definición esperada. No sé, ¿cabe la posibilidad de que las imágenes estén tomadas desde un coche situado en el parking y que éste se encontrase bastante alejado de ellos? Es acojonante creer que dos pirañas de la comunicación no vayan a revisar desde los metadatos de las imágenes, hasta la vida privada del videoaficionado. Es acojonante creer que no van a saber si se la están colando o no antes de soltar una buena suma de dinero para adquirir los derechos de las imágenes y plantarlas al mundo como la exclusiva más esperada desde hace meses.
En resumen, que estoy acojonada viendo el nivel de la gente. No solo en este tema, sino en el tema que hemos tenido que sufrir nosotros en nuestras propias carnes hasta hace nada, leyendo sandeces sobre nuestra Reina y las niñas. La prensa de nuestro país no dio pábulo a semejantes paranoias porque conocen el paño que gasta el que las suelta. Pero los medios extranjeros sí que se hicieron eco. Estamos ante el mismo problema pero con protagonistas distintos.
Luego, efectivamente, tenemos un problema serio. Como no se cree una especie de agencia mundial contra los bulos mediáticos, que fiscalice y que sancione a quienes los vayan inventando/propagando, nos vamos a la mierda. Como desliza Lamballe, estamos a un paso de que se pueda crear una revolución o iniciar un enfrentamiento armado en base a historias inventadas, no ya por dirigentes políticos, sino por cuatro vagos anónimos, sentados desde el salón de su casa. El problema no es que existan esos cuatro vagos, sino que una multitud les sigue como borregos, sin cuestionar ni un punto ni una coma.
Si damos cabida a una idiotez comprobable y contrastable, ¿de qué no seremos capaces? Las religiones habrán "muerto" en muchas sociedades, pero la fe en "creencias" inventadas está más fuerte que nunca.