Es que el problema no es un físico determinado, menos cintura o tal peso, sino en no acentuar los defectos, digamos así, y potenciar la figura de una persona en general.
Respecto al fondo de armario, la familia tiene presupuesto para que los cuatro actos importantes al año vayan perfectas. Si se quiere pret a porter,
moda también económica, con la que se puede ir bien y mandas además un mensaje, fíjate en cómo te cae este
modelo y si falla, busca uno similar que siente mejor. Pero para una semana tan potente visualmente respecto a la representatividad española, hay que fijarse un poco más, incluso con la ropa "casual". No es un tema dramático, pero tampoco infravalorarlo. Es lógico no acertar si a diario se es el foco de atención, pero en los momentos más importantes, poner más atención. En el caso de la entrega, la reina desea cierto glaumour. Vale, pero esta vez la cantidad de tela, sentados en la mesa, es excesivo. Todo era ella en la imagen del conjunto. En cambio, el vestido largo rosa del otro día maravilloso. Mejor para este acto, ¿no?, añadiéndole un poco más de sofisticación quizá por la hora y el lugar, si se quiere. Ahí es cuando hay que escuchar bien a los expertos en imagen y protocolo.