El asunto de los títulos "de cortesía" para los herederos es algo más complejo de lo que parece.
En primer lugar, solamente puede ostentar un título de cortesía (de aquel noble que tenga más de uno, obviamente) un descendiente directo de ese noble, o sea un hijo o un nieto. Si un noble no tiene hijos y su heredero es un sobrino, éste no podrá llevar el título de cortesía aunque exista en esa "casa". Mr. Matthew Crawley nunca hubiera llevado título de cortesía (aunque hubiese existido, que ya hemos visto con Andrea que no) por no ser hijo ni nieto. El niño George, por el contrario, sí.
El título de cortesía suele ser inferior al título principal. Por ejemplo, el heredero del duque de Devonshire lleva el título de marqués de Hartington y el hijo mayor de este último lleva un título inferior, conde de Burlington (Lord Hartington y Lord Burlington para los amigos). Si el marqués de Hartington muriese antes que su padre el duque, entonces el conde de Burlington (el nieto) pasaría a ser marqués de Hartington y el hijo de éste, si lo tiene, conde de Burlington.
Hay veces que el título subsidiario es varios escalones menor que el principal. Por ejemplo, los herederos de los duques de Norfolk, Grafton, St. Albans, Richmond, Buccleuch, Newcastle y Northumberland son condes, no marqueses y el heredero del duque de Somerset es un mero Lord.
Una buena regla para recordar es que si un "Lord" o un "Lady" precede al nombre de pila (Lady Mary Crawley) es que es un título de cortesía derivado del rango de su padre. Cuando después de Lord viene el título, sin el nombre (Lord Grantham), estamos ante un noble con título propio.
Hay mucha casuística pero poco a poco vamos aprendiendo a fin de sentirnos como pez en el agua cuando nos inviten a las casas de campo inglesas, evitando pasos en falso como llamar Lady Violet a Granny, lo que sin duda nos haría merecedores de uno de sus mordaces comentarios.
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