Bueno Monárquico, una cosa es que sea inusual y otra cosa es que no sea. Las mujeres de los cruzados participaron en las cruzadas y no raramente, participaron en serio. Si una mujer es entrenada al mismo nivel que un hombre nada impide luchar por espacio de horas o días, de hecho una de mis mejores amigas que es infante de marina carga con 40 kg de peso en marchas de 30 km como si fuese un paseo, lo mismito que cargaban
las mulas de Mario. Las espadas medievales no son tan pesadas, las cotas de malla no son tan pesadas como uno cree, y los hombres eran muuuy bajitos y comían más bien poco cuando lo tenían, con lo que no podían desarrollar una musculatura como la que podemos poseer actualmente, y aún así iban a la batalla y aguantaban lo que les viniese encima. Pues las mujeres lo mismo. ¿Sabes cuánto esfuerzo muscular y fuerza mental se necesita para estar de parto durante horas o días? Los hombres medievales lo sabían y los tratados de medicina árabe las alaban por ello. Sólo que una vez más, la Iglesia decidió que éramos las malas y, como ellos son los que escriben las crónicas medievales, no nos mencionan.
Evrard des Barrès llegó a decir que admiraba la destreza de Leonor de Aquitania al disparar un arco a caballo porque era mejor que la mayoría de sus caballeros. Evrard es el tercer Maestre de la Orden del Temple (no Gran Maestre, eso no existe, porque no hay ni grandes ni pequeños maestres, sólo hay uno) y la fuerza necesaria para tensar uno de esos arcos se acerca a los 70kg.
La esposa de Roberto Guiscardo estaba al lado de su marido en batalla, y al lado quiere decir al lado, no detrás. Los cronistas medievales son muy poco dados a las metáforas
modernas, si quisiesen decir "apoyando a su marido desde lejos agitando los pompones" lo habrían dicho claramente
Con pruebas arqueológicas indiscutibles se puede afirmar que las mujeres lucharon al lado de los hombres, o al
modo de los hombres si lo preferís decir así, en la civilización celta, en la arena del circo romano como gladiadoras, con los vikingos, en la China antigua, hubo mujeres samuráis...
Una vez más os digo, todo lo que hemos leído sobre la Edad Media proviene de la tradición romántica y aún hoy en día nos está costando sacudírnosla de encima. Y sobre todo no confundáis baja Edad Media con alta Edad Media. La baja Edad Media es la del amor cortés, la corte de María de Champaña, la de Agincourt, la del
Roman de la Rose donde Jean de Meung nos pone a parir por nuestra condición femenina, cuando cambió la
moda y las mujeres se vestían con metros de tela que pesaban tantos kg como una cota de malla y no se podían mover más que para bordar y leer novelas tontas en sus habitaciones, cuando se impuso la armadura completa que evidentemente una mujer no podía cargar, pero es que los hombres tampoco podían y por eso murió la caballería, por perder agilidad y destreza a pie contra la infantería. Una época de bonanza en la que las cosechas crecían como churros y después de las cruzadas se había estimulado el comercio y había sedas y especias, y bailes en las cortes y guerras que duran 100 años, y todo eso que se considera característico de la Edad Media.
La alta Edad Media es la época de la anarquía endémica, de la violencia, donde los señores feudales peleaban entre ellos por un trozo de tierra y se reían de la autoridad real. Y hombres y mujeres luchaban por la superviciencia y araban el campo juntos haciendo el mismo esfuerzo, nada de "mujer espérame en casa haciendo la comida" porque si no lo hacían juntos no había comida, y había mujeres trabajando en las fraguas con sus maridos herreros y trabajando el cuero con sus maridos curtidores, lo que exige un gran esfuerzo y mucho aguante porque apesta. Y las damas nobles no bordaban en seda y leían libros de caballería porque
no existía nada de eso, y sí se lavaban porque existían casas de baños y no olían tan mal como sus descendientes cuando la Iglesia las prohibió
Montaban a caballo a horcajadas para ir de caza y completar la comida (a ver si os créeis que por ser nobles no se podían morir de hambre), las chicas escocesas robaban ganado con sus chicos y las inglesas disparaban el arco tan bien como sus hermanos (siguiendo la tradición celta por otra parte). Y en las cruzadas aguantaron marchas de millas y millas bajo un sol sofocante y 30ºC de temperatura a través de las montañas del Antitauro, y eran dueñas de sus propiedades y de sus dotes y por eso Balduino se tuvo que buscar la vida al morir su esposa rica, que legó todo a sus hermanos, y lo dejó con el pompis al aire (os recuerdo que en la época victoriana y hasta hace bien poco las mujeres no eran dueñas de su dinero). Y las musulmanas en Al Andalus no llevaban velo, salvo como adorno de seda muy sutil si les daba la gana, y también tenían derecho a administrar sus propiedades y no perdían su dote y la recuperaban si su marido las repudiaba.
Y en la alta Edad Media la vida era preciosa, a pesar de ser una época violenta y los combates bastante duros, pero no brutales y salvajes, porque eran pocos, una población escasa, y lo sabían, y los señores no querían perder a sus hombres porque si no a ver quién cultivaba o luchaba para ellos. Así que esa idea de batalla con hombres partidos por la mitad de un mandoble, y miembros cercenados y sangre por todas partes, es una exageración. Vale más un enemigo vivo y pedir un rescate por él que tener su cabeza colgando de una lanza. Incluso en la baja Edad Media, con sus primeros cañones y abundante población en Europa, en las batallas los que realmente morían eran cuatro gatos en comparación. El frente de la I Guerra Mundial donde murieron miles y miles de chicos, a los que enviaban casi sin preparación, cayendo como moscas para desgastar al enemigo de puro agotamiento, eso es algo que a un hombre medieval no le entraría en la cabeza si se lo explicáis. Hastings o Agincourt no fueron una carnicería y muchas de las batallas de los cruzados tampoco lo fueron, eso sí, al luchar contra el infiel la cosa se hacía un poco distinta puesto que se les consideraba gente sin valor y ahí si que se podían pasar acuchillando, pero fueron más las matanzas a posteriori después de tomar una ciudad, que la gente realmente muerta en combate. El Cid no fue un Jack el Destripador, las cargas de caballería se hacían para que el enemigo huyese no para matarlo, y el número total de bajas en las Navas de Tolosa no fue para tanto si estadísticamente comparamos el tamaño de los dos ejércitos, a pesar de que dicen que el degüello dentro de la empalizada de Miramamolín fue terrible y los caballos apenas podían circular por ella, de tantos cadáveres como había amontonados. No se puede fiar uno de los cronistas medievales porque según la cifra que dan, en esa batalla murió la mitad de la población del reino
anda que no exageran...
Así que ya sabéis, esto no es alta Edad Media
pero tampoco eran animales salvajes.