La princesa de los trovadores es un justo título para la hija de la reina de trovadores, Leonor de Aquitania.
María de Champage o María Capeto es una mujer que oculta un secreto muy curioso... fue grande entre los grandes escritores de su época bajo el pseudónimo de María de Francia.
María nació en 1145 y murió el 11 de marzo de 1198, hija de Luis VII, rey de Francia, y de Leonor de Aquitania. Supongo que sus padres no necesitan presentación pero hablaremos un poco de ellos. Por resumir: Luis es un aspirante a monje frustrado que se casa con la mujer con mayor inteligencia, carácter y ganas de vivir de toda Francia... mala combinación.
Luis no esperaba acceder al trono, en realidad es el segundón de Luis el Gordo y Adela de Saboya, pero su hermano Felipe tiene la mala suerte de caer de un caballo y matarse, dejando una herencia que al joven Luis le venía absolutamente grande. Y no grande de extensión, el reino de Francia era una nadería por entonces, sino de enorme responsabilidad para un hombre devoto, ascético, ingenuo y torpe, poco enérgico e indeciso.
Antes de morir, su padre había concertado su matrimonio con Leonor de Aquitania (1122 – 1204), hija de Guillermo X de Poitiers, duque de Aquitania y Leonor de Châtellerault, matrimonio que tuvo lugar en Burdeos el 25 de julio de 1137. Este ventajoso matrimonio le "proporcionó un dominio real" (en teoría, en la práctica la duquesa era la que mandaba en su casa) casi triplicado ya que la joven esposa aportó con su dote la Guyena, Gascuña, Poitou, Lemosín, Angoumois, Saintonge y Périgord, es decir, una parte del Midi y de Oeste de Francia. Y de paso le aporta también una mujer inteligente, culta, hermosa, consciente de lo que valen ella misma y sus territorios, que no se deja avasallar, que habla varios idiomas, toca instrumentos y compone música, sabe de economía y administra directamente sus propiedades puesto que sus vasallos sólo responden ante ella y no ante Luis, y que se planta en la iglesia vestida de rojo porque es su prerrogativa, y mira por encima del hombro al abad suger de San Denís, pone en su sitio al Maestre del Temple y discute de teología con Bernardo de Claraval... bueno, que todos habéis oído hablar de Leonor y ya sabéis lo que hay, ¡menuda mujer! caulquiera le tose a la dueña de media Francia.
Luis VII en una miniatura del siglo XV.
Los primeros diez años de matrimonio parecen discurrir sin problemas aunque el abad Suger de San Denís no deje de meter baza, en realidad desconfía de Leonor, la ve "muy espabilada" para lo que él cree que debe ser una piadosa reina de Francia y sospecha de infidelidades al rey. En realidad, durante estos años Leonor está bastante tranquilita, su fama de "living la vida loca" le llegó después y deriva de su manía de no callarse lo que pensaba. No fue una mujer especialmente promiscua como la han intentado vender, fue fiel a Luis y fue fiel a su segundo marido (que la encerró porque le molestaba en sus propias infidelidades) y sólo se le atribuye un affaire con su tío Raimundo de Poitiers. Lo que se le criticaba, sobre todo su suegra y el abad Suger, era su comportamiento emancipado y liberal (pues la suegra estaba para hablar, qué mujer más entrometida, prentendía gobernar a través de su hijo) El caso es que Luis la ama y por eso aparta a su madre del gobierno, ¡punto para Leonor!
En 1145, nace su primera hija, María, futura condesa de Champaña. Ese mismo año, el rey acepta tomar parte en la Cruzada alentada por Bernardo de Claraval y, cerca de la Navidad de 1145, Luis VII anuncia su decisión de unirse a ella para socorrer a los Estados cristianos de Palestina, amenazados por los turcos que acababan de invadir el condado de Édesse en 1144 y perpetraron la masacre de centenares de cristianos. En 1146 el rey toma la cruz, a la vez que numerosos barones, durante la asamblea de Vézelay.
¿Y Leonor? ¿piensan que la van a dejar atrás? ella también toma la cruz de tela bermellón y se la cose sobre el vestido para pasmo de los señores de la iglesia... se dice que Suger poco más y se muere del infarto. El rey no permitió de buen grado que su esposa lo acompañara, pero Leonor, en su calidad de duquesa de Aquitania, y por tanto la mayor feudataria de Francia, insiste en partir como los demás señores feudales. Una vez más demostrando que ella es reina de Francia y duquesa de Aquitania, sin embargo su marido es rey de Francia y duque CONSORTE de Aquitania, y no es lo mismo.... aquí no hay tanto monta, monta tanto.
Leonor representada años más tarde con su hijo Juan sin Tierra.
El caso es que ambos dejan a su hija al cuidado de las damas de la corte y se van a Tierra Santa. La expedición está lastrada por la discordia existente entre los clanes franceses y alemanes, por la inexperiencia de Luis VII que se muestra dubitativo, y por la falsedad de los bizantinos que perjudican a los cristianos. Engañado por éstos, Luis VII es derrotado por los turcos en Asia Menor y sufre varios reveses en Siria. Con grandes dificultades llega a Antioquía en marzo de 1148, que estaba en manos de Raimundo de Poitiers, tío de Leonor, y recibe a los cruzados, y a su sobrina, con muchas atenciones.
Las malas lenguas hablan de una relación incestuosa tío sobrina que se remonta a la infancia de ésta, yo no sé si es cierto, pero Leonor estaba acostumbrada a tratar de tú a tú con hombres inteligentes, cultos, de carácter y con personalidad, es decir, su padre, su abuelo y su tío (al revés que el pusilánime de su marido) Quizá esa relación en igualdad de condiciones se malinterpretó, quizá Leonor estaba hasta la peineta de amoratarse las rodillas rezando con el ascético marido y necesitaba una alegría para el cuerpo con una persona similar a ella en cuanto a espíritu de vida. La cuestión es que los rumores llegan a Luis y, para una vez en su vida que decide reaccionar "como un hombre" según se entendía por la época, va y mete la pata. Con las riendas de su caballo propina a Leonor una paliza en su espalda desnuda que dicen que tardó una semana en poder abrocharse el ceñidor (algo así como un corsé), pero ella es demasiada mujer para el monje. Al día siguiente, y sin mediar palabra con su marido, se prenseta en la corte con su vestido más lujoso, sus joyas más espectaculares y su belleza abrumadora y le lanza al rey y al abad Suger una mirada arrogante por encima del hombro que por poco no caen fulminados allí mismo (dicen que cuando el rey tragó saliva se oyó en toda Antioquía
)
Acto seguido se larga a Roma a pedir la anulación de su matrimonio mientras su marido va suplicante detrás de ella. El Papa trata de reconciliar a la pareja real y como resultado nace su segunda hija, Alix, futura condesa de Blois, nacida en 1151. Pero la pareja estaba irremediablemente distanciada: el 21 de marzo de 1152 consiguieron la anulación de su boda, basándose en el parentesco entre ambos. El precio que puso Leonor a esta separación fue la conservación de sus dominios, que en realidad nunca habían dejado de ser suyos.
La escultura de su tumba en Fontevrault.
Leonor se va a Aquitania y se casa con el duque de Normandía, etc. pero eso es otra historia. Lo que importa es que deja a sus hijas al cuidado de la corte francesa, que es donde pertenecen, y prácticamente no volverá a tener contacto con ellas, algo muy normal en la época. Sin embargo, la reina deja una huella imborrable en su hija María y es que, aunque no se han visto mucho en persona debido a la Cruzada, parte de los músicos, poetas y trovadores a los que Leonor patrocina se quedaron en Francia y María creció rodeada de sus composiciones.