Aiya, no es del gobierno de quién estamos hablando. Cuidado.

Os aportaré como dato, según han contado en la SER, que media hora antes de salir la carta, a preguntas de los periodistas el Rey había comentado que no podía opinar porque no podía meterse en problemas, algo así grosso modo, y media hora más tarde, zaca. Tengo que volver a oir el audio para saber a cuenta de qué, los periodistas le habían preguntado previamente. Me hago mayor.

_________________

Este es un tema que afecta a muchas sensibilidades y complicado para mantener el equilibrio, pero en el que todas las opiniones se tienen que respetar.Solo añadiré que fueron a la manifestación ¿1.500.000 personas?.Cataluña tiene 7.560.000 habitantes.No todos tienen derecho a votar pero no todos los que fueron a la manifestación tenían edad de votar.

_________________

La risa es un antidepresivo sin efectos secundarios

INSISTO. Centrémonos en la CARTA. O cambiaremos de tema

Yo creo que es la primera vez que el Rey se mete en la arena política de esa manera y aunque no se ha salido del papel que le encomienda la Constitución yo hubiese preferido que no se metiera.

Estoy de acuerdo con el contenido de la carta, de la cruz a la raya, pero de alguna forma toma partido en un asunto todavía muy caliente, polémico y usado como arma arrojadiza. Se está poniendo a tiro de entrar en el fragor de la política y eso me pone los pelos de punta.

Con la ley en la mano, incluso con el espíritu de la ley en la mano, no se le puede reprochar nada.

Pero vaya charco en el que se ha metido.

A mí me pasa lo mismito que a Octavius. Creo que el Rey ha sido muy escrupuloso para no "cruzar la raya" que le señala la Constitución, pero...hubiese preferido que no se metiese en ese jardín, porque no es un jardincito repleto de encantadoras rosaledas, precisamente. Pienso que no va a salir nada bueno de esa toma de posición, y que, de hecho, la toma de posición le acabará pasando factura.

Yo creo que el asunto es espinoso, que puede traer una cola de aquí al fin de los días, pero creo que le hubiera sido más contraproducente no decir absolutamente nada ante la que puede ser la crisis nacional más importante que se haya vivido desde principios del siglo XX. No tocaba quedar callado, sencillamente no podía, sería un suicidio, ante una serie de acontecimientos como los que se han vivido las últimas semanas.

Probablemente estemos ante uno de esos hechos que estudiarán en las aulas dentro de veinte años, uno de esos que tendrá nombre propio, que irá en negrita en los textos o que, incluso, podrá tener apartado propio en los temarios de Historia. Ahora se decidirán, sin saberlo, acontecimientos futuros de primera índole y que atañen al concepto de identidad nacional que ha primado los últimos quinientos o seiscientos años. La Corona se supone "símbolo de la permanencia y unidad de la Patria", el guante es demasiado grande como para no recogerlo. Y se ha hecho.

De todas formas tampoco nos rasguemos las vestiduras, esta carta sale a la palestra después de que el partido en el Gobierno y el principal partido de la oposición hayan dicho que nanay de la China al tema, mostrando su rechazo de pleno. Jugaba sobre seguro, es carta ganadora. En España la aplaudirán unos y otros, los unionistas de todas las regiones nacionalistas también ¿quién la censurará? Pues sólo los sectores nacionalistas que no aplaudirán otra medida que venga de la Corona que no sea el camino del exilio.

En cambio, de no hacerse, unos y otros dentro de las comunidades no nacionalistas podrían gritar arrancándose sus cabellos que dónde estaba el Rey de España cuando ésta corría su mayor riesgo de ruptura desde tiempos de la II República. Su silencio, su ambigüedad, le hubiera acarreado rechazo entre los "suyos" sin darle el más mínimo apoyo entre el sector nacionalista. ¿Por qué callar, entonces? Esto no es política, él (y muchos, la propia Constitución) entiende este asunto como algo de prioridad nacional ante lo que no cabe el silencio.

De todas formas esta carta evidencia, una vez más, que Zarzuela pasa al ataque. Se acabó la pasividad, a ver si resulta que el día menos pensado ponen demandas y todo ¡el acabóse!

Estoy contigo Lamballe.Además, una cosa es lo que sale en la prensa y TV y otra lo que sucede, se dice y se piensa en la calle.El rey lo es de TODOS.

_________________

La risa es un antidepresivo sin efectos secundarios

Como vosotros, yo tengo sentimientos encontrados respecto a la dichosa carta. En un primer momento, admito que he pensado que gracias a Dios en Zarzuela ya no hay miedo a decir las cosas claras y al qué dirán.
Después me he dado cuenta de las consecuencias que puede acarrear. Se puede meter en un berenjenal de aúpa. Creo sobre todo que no era el modo ni el canal para hacerlo (manda narices, con lo emocionados que andábamos por la nueva web, y ahora resulta que los que se están emocionando "demasiado" son ellos mismos... ). No sé, quizá me equivoque, pero creo que una declaración, un par de frases en su próximo discurso expresando la misma opinión (que, por otro lado, no es más que el respaldo de lo que ya han manifestado los principales partidos durante esta semana), habría sido más adecuado y más...sutil, por expresarlo de algún modo. La carta como que me parece demasiado "contundente", no sé si me explico
Insisto en que no es el contenido, sino la forma...me parece un gesto peligrosamente arriesgado en el Rey de España.


Me edito para comentar, ligeramente off topic, algo que he leído en uno de los artículos de hoy sobre la carta y que me ha llamado la atención. Mencionaban en el artículo (creo que de El País, pero no estoy segura), que todos los discursos del rey se redactan desde el gobierno, y que solo el mensaje de Nochebuena es escrito en Zarzuela y después, como gesto de deferencia, se envía a Moncloa para su aprobación. Yo no sé por qué tenía entendido que todos los discursos del rey se redactaban en Zarzuela y eran enviados a Moncloa después para su visto bueno antes de ser leídos. Si alguien me lo aclarase, le esatría agradecídisima
El artículo:
http://politica.elpais.com/politica/201 ... 35697.html

_________________

Estoy contigo al cien por cien.

_________________

Otro más que se une a Lamballe Es imposible contentar a todo el mundo, por lo que habrá que aceptar que todo lo que haga el Rey no va a gustar a la totalidad de los españoles. En esta carta no se ha atacado a nadie, al contrario, se les ha pedido a todos los ciudadanos de este país llamado España que remen en la misma dirección, que se unan para salir adelante. Poca gente puede sentirse molesta por esto... aparte de los que ya todos tenemos en mente, que como bien ha apuntado Lamballe siempre van a estar de morros.

Saludos!