Anabolena escribió:
Precisamente Minnie, si en un foro que se habla sobre la Monarquía no se recuerda, ¿cómo lo va a recordar la gente que "pasa" más de estos temas? Con todo, tampoco hace tantísimo tiempo, que los hizo en los años previos a su boda.
No he debido explicarme bien, Ana.
Hay dos aspectos en este tema. En primer lugar: lo que se ha hecho hace tanto tiempo, pero nunca más se ha repetido, no llega a "calar hondo". Lo que "cala hondo" en la memoria popular son las visitas contínuas que permiten a la gente de a pié acceder a los príncipes. Pongo un ejemplo: la visita al Pueblo del Año en Asturias. Cada año, van a un pueblecito. Probablemente ninguno -al menos ninguno fuera de Asturias...- seríamos capaces de enumerar los últimos tres pueblos visitados, ya no digamos remontarnos más en el tiempo, jejejeje. Pero en cambio todos tenemos interiorizado que los príncipes "patean" cada año un pueblecito pequeño, en el que a veces pasan frío o se mojan, dónde gente sencilla puede tratarles con mayor o menor naturalidad y agasajarles. No nos acordamos de la gira del príncipe a CC.AA porque ha pasado mucho tiempo desde que la hizo...se trata de algo anterior a su boda...y porque es el tipo de visita que se queda sólo a medio gas. A ver..."conocer" a los gallegos no es ir a Santiago y a las cuatro capitales de provincia. Eso está muy bien, por supuesto...y se les anima a repetir todas las veces que estimen oportuno. Pero pienso que son mucho más efectivas las visitas a pueblecitos que nunca hubieran imaginado que les podía tocar en suerte recibir a unos futuros reyes. Esa gente es la que se esponja igual que un bizcocho en el horno ante el anuncio de una visita, es la que se emociona completamente con la visita y es la que nunca jamás se cansa de contarlo. Y quizá nosotros no recordemos qué pueblecitos han visitado, pero si tuviesen la costumbre de visitar pueblecitos, se ganarían una imagen de mayor cercanía a la gente.
Seguro que sigo sin explicarme bien, jejeje, pero en esencia Lamballe lo recreó de maravilla cuando contó cómo se hubieran tomado sus abuelos, en su pueblo, una eventual visita de los príncipes. Es algo que los interesados jamás olvidan y el boca a boca, créeme, funciona perfectamente a la hora de asentar la popularidad de un heredero al trono. En cambio, esas visitas muy institucionalizadas, de ir a firmar en el Libro de cada ayuntamiento importante y del parlamento autonómico de turno, no es que no se agradezcan, que se agradecen, pero no llegan ni a rozar apenas a los habitantes del lugar visitado. Francamente, para que traten sólo con las autoridades pertinentes -alcaldes, concejales, diputados autonómicos, cabildos catedralicios en pleno...-, no es que no merezca la pena el viaje, que siempre merece la pena, pero para eso, no vale programar una gira. Las giras se hacen para acercar la realeza al pueblo, no a los políticos destacados de cada región o provincia.