El Museo del Prado recibe la Virgen de la leche, de Berruguete
www.lacomarcadepuertollano.comLa Virgen de la leche, obra de Pedro Berruguete (h. 1500), se expone en la sala 57B del Edificio Villanueva, en virtud del acuerdo firmado entre el Presidente del Real Patronato del Museo del Prado, José Pedro Pérez-Llorca y la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en presencia del director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, la Primera Teniente de Alcalde y delegada de Hacienda, Concepción Dancausa, y el delegado de Las Artes, Deportes y Turismo, Pedro Corral.
Previamente, Pilar Silva, Jefe del Departamento de Pintura Española Medieval y del Primer Renacimiento del Museo, explicó pormenorizadamente, y de forma magistral, los detalles más relevantes de la obra.
La obra
Se trata de una de las obras de mayor calidad de Pedro Berruguete, procedente del Museo de San Isidro de Madrid, en el que se exponía desde 2008. Gracias a este acuerdo, el Museo del Prado exhibirá durante al menos cinco años esta obra maestra en el contexto de su colección del pintor palentino, compuesto por una veintena de obras. Como contrapartida al gesto del Ayuntamiento de Madrid, el Prado ampliará el conjunto de obras que mantiene en depósito en centros museísticos municipales con otras ocho pinturas, entre ellas,
La Virgen de Atocha de Juan Carreño de Miranda, que ocupará el lugar de la obra de Berruguete en el Museo de San Isidro.
La Virgen de Atocha, de Carreño
En respuesta al depósito del Ayuntamiento de Madrid, el Museo del Prado ha ampliado el conjunto de las cuarenta pinturas que inicialmente se mantienen depositadas al Ayuntamiento (Museo de Historia), con siete obras de su colección que tienen en común, por los temas representados, su relación directa con la ciudad de Madrid:
Mariana de Austria, obra anónima;
Felipe V, rey de España de Hyacinthe Rigaud;
el Príncipe Baltasar Carlos del taller de Velázquez;
Bárbara de Braganza de un pintor anónimo;
Carlos V y Felipe II de Antonio Arias Fernández;
Bebedores sentados a una mesa en el Café de Levante, en Madrid y
Caballeros conversando en el Café de Levante, en Madrid, ambas de Leonardo Alenza Nieto; además de
La Virgen de Atocha de Juan Carreño de Miranda, importante obra de la pintura madrileña del siglo XVII desde el punto de vista iconográfico y artístico, pues Carreño fue el pintor con mayor prestigio en representar las Vírgenes de Atocha y Almudena, que ocupará el lugar de la Virgen de la leche en el Museo de San Isidro.
Procedencia
En 1951, el historiador Manuel Gómez Moreno atribuyó esta tabla de la Virgen con el Niño a Pedro Berruguete (a quien indiscutiblemente pertenece), después de que fuera hallada entre maderas viejas e imágenes en unos almacenes del Ayuntamiento de Madrid sin que se supiera cómo había llegado ahí ni cuál era su origen.
Es posible que proviniera del hospital de la Concepción, fundado por Francisco Ramírez y del que se hizo cargo su esposa Beatriz Galindo, tras su muerte en 1501. El hospital era también popularmente conocido como 'hospital de la Latina', en referencia a
Beatriz Galindo, apodada 'la Latina', preceptora de latín de la reina
Isabel la Católica y persona muy cercana a ella. El Ayuntamiento se hizo cargo de las pertenencias del Hospital y aunque no existe referencia que confirme la de la pintura de Berruguete a dicho centro, todo parece apuntar a que la comitente de esta obra maestra fue 'la Latina', que pudo mandar hacerla directamente para dicho hospital o, teniendo en cuenta su pequeño formato, destinarla en origen a su devoción privada y donarla al hospital años después.
Muy posteriormente, la tabla de Berruguete, apareció en el Ayuntamiento, llegando a colgarse en el despacho del alcalde. Siendo alcalde Tierno Galván, se decidió depositarla en el Museo Municipal de la calle Fuencarral -el actual Museo de Historia de Madrid-, donde se exhibió hasta su cierre por obras en 2008. La obra se podía contemplar desde entonces en el Museo de San Isidro, Los orígenes de Madrid, hasta su traslado al Museo del Prado.
Composición
La composición nos presenta a María en el interior de un templete, coronada como reina de los cielos y entronizada, ofreciendo el pecho a su hijo. Partiendo del
modelo rogeriano y de la influencia eyckiana en el manejo de la luz, Pedro Berruguete hace gala de su dominio de la composición y de su originalidad. El artista crea en este templete, una estructura compuesta por elementos arquitectónicos góticos, mudéjares y renacientes, con la que traduce de forma magistral la indefinición estilística del arte castellano en torno a 1500, en el que no existe un
modelo único, sino que los tres coexisten y se utilizan en función de los gustos e intereses del comitente o del uso que se otorgue a un determinado edificio.
Importancia de la Virgen de la leche para la colección del Museo del Prado
Gracias al depósito de la Virgen de la leche del Ayuntamiento, el Museo Nacional del Prado podrá exhibir junto a otras obras relevantes del pintor de Paredes de Nava una de sus obras maestras absolutas, una verdadera joya, en la que Berruguete hizo gala de su buen hacer. Dado su pequeño formato y su carácter de obra de devoción y la condición de su supuesta comitente Beatriz Galindo, tan vinculada a la reina, no debe sorprender lo cuidado de su técnica y su elaborada composición.
El Prado reúne entre sus fondos diecinueve obras de Pedro Berruguete. Las de mayor calidad e interés para la historia de la pintura llegaron al Prado procedentes del convento dominico de Santo Tomás de Ávila, sede de la Inquisición, cuyas obras dirigía
el inquisidor Torquemada y costeaba
la reina Isabel la Católica.