Ser o no ser noble, he ahí la obsesiónEs el club más reservado del país, pero las peleas entre ellos son el pan nuestro de cada día
Para defender sus títulos o conseguir otros nuevos, pleitean sin descanso
Entre sus pugnas, desde hijos de la ‘duquesa roja’ hasta Agatha Ruiz de la Prada o las Koplowitz
Artículo de Lola Galán
para El País
Madrid 24 NOV 2012
http://elpais.com/elpais/2012/11/23/gen ... 41411.html"Y es que los nobles viven pendientes del árbol genealógico, al acecho de títulos vacantes o dinastías al borde de la extinción, porque los títulos siguen siendo un bien preciado. Por más que ya no vayan acompañados de privilegio alguno (el último, el derecho de los Grandes de España a llevar pasaporte diplomático, desapareció en 1984) y estén desvinculados del patrimonio desde el siglo XIX. “Pero son importantes socialmente. En estos tiempos en los que triunfa el igualitarismo más total, un título es algo que distingue. Ninguna condecoración, ni siquiera la más alta, como el Collar de la Orden de Carlos III, vale tanto como un título que el Rey da. Los títulos están fuera del comercio y son intemporales”, dice Carlos Texidor, abogado experto en la materia que ha defendido a muchos nobles en sus pleitos familiares."
"Algo de cierto tiene que haber cuando son tantos los que se pelean por los títulos, y tanta la seriedad con la que las instituciones estudian las solicitudes. El Consejo de Estado, el máximo órgano consultivo del Gobierno español, es el encargado de realizar dictámenes sobre cada uno de los casos en litigio. En el último cuarto de siglo ha realizado 362, que, aunque no sean vinculantes, están avalados por el peso orgánico de la institución.
En manos del Consejo está decidir quién tiene más derecho a convertirse en marquesa de Arcos y condesa de Santa María de Loreto al morir sin descendencia la última poseedora. Las pretendientes, hasta noviembre del año pasado, eran la hija de la empresaria multimillonaria Esther Koplowitz y una dama llamada Emma de Zea que falleció al mes siguiente. Su hijo, el abogado Alfonso Caro de Zea, ha decidido mantener la solicitud.
“El título ha estado en manos de cuatro o cinco familias de Cuba con las que estamos emparentadas muchas personas”, explica por teléfono Caro de Zea, que justifica su interés en ser marqués “en el cariño a mis antepasados y a la tradición”. Una frase que suscribirían seguramente las dos hermanas Koplowitz, hijas de Esther Romero de Juseu y Armenteros, una aristócrata cubana. Desde que falleció su madre, en diciembre de 1968, han ido recomponiendo uno a uno los títulos del denso árbol genealógico familiar. Heredaron tres marquesados y un condado, y en largas peleas judiciales se hicieron con otro marquesado y un condado.""
Las 10 grandes casas ducales del país (Medinaceli, Alba, Osuna, Villahermosa, Alburquerque, Infantado, --, Medina Sidonia, Fernán Núñez y Peñaranda) suman conjuntamente casi 200 títulos