Yo también lo tuve en la mano, y me dio repelús. Hasta donde sé, los cuerpos tan eficazmente fusilados por el camarada Yurovsky y sus esbirros fueron desenterrados hace entre 15 y 20 años (no estaban todos juntos). Según tengo entendido fueron contrastados con muestras genéticas de colaterales del zar y de la zarina, con resultados tan concluyentes que, insisto según creo, ciertos forenses británicos han declarado que con un 98'5% de certeza corresponden a siete miembros de una misma familia (un zar, una zarina, un zarevitch y cuatro grandes duquesas), además de tres o cuatro desgraciados no identificados que sin duda estaban en el peor lugar y en el peor momento el 17 de julio de 1918. Las posibilidades de que la gran duquesa Olga tomara el olivo en
modo inadvertido con la complicidad de un cosaco enamorado que pasaba por allí vienen a ser las mismas de que nos toquen dos euromillones de tacada, si no por otra cosa porque los cosacos y los bolcheviques no se llevaban precisamente bien, y a la hora de fusilar familias reales es de suponer que Yurovsky (un tipo interesante, he leído por ahí) marcharía en compañía de gente muy de fiar.
Mi conclusión particular es que esta cosa (no me atrevo a llamarla libro) no pertenece al muy respetable género de la novela histórica respetuosa con los hechos históricos. Es historia-ficción y de la peor calaña, la que altera los hechos y explica al incauto que la compra que sucedió lo que no sucedió. Es como decir que Waterloo lo ganó Napoleón. Desde ahí, pues cualquier cosa.
Ahora, después de ver que las mayores colas para firmar libros en la Feria de Madrid era la de los bordes del Master Chef, pues igual hasta se vende bien. Así es este mercado.