Es que es un parche, claro que es un parche. Todo lleva siendo un parche desde 2010 y el caso Noos. Uno tras otro. Es un compromiso a futuros y levantar acta de que la fundaciones, para el que las fundó. Era eso o hacerse el harakiri. O "matamos" a JC directamente y comprobamos que lo de la renuncia va a ser que SÍ.
Si el panorama que se presenta es gravísimo. Ni el
PSOE ni el PP van a poder taparlo, porque ya trasciende la esfera política y parlamentaria. Nos vamos a la esfera judicial. ¿A ver qué se puede hacer cuando la que vino chantajeando hace un año cumple por fin sus amenazas y cuando las fiscalías de dos países empiezan a confirmar investigaciones bajo secreto sumarísimo?
Si aquí los únicos que no las veíamos venir éramos nosotros. Pero Zarzuela, Felipe, Juan Carlos, la justicia y la señora de los 65 sí. Y más que un trono, Felipe ha heredado un marrón tras otro. No tiene que dar gracias ni agradecer nada a nadie. Termine como termine todo esto.
Me hace mucha gracia que haya personas fieles defensoras de la figura del Rey Juan Carlos y no entiendan lo que ha tenido que hacer Felipe. Lo que se ha visto obligado a hacer. Porque entonces, de la figura del emérito conocen o recuerdan poco.
Por la Monarquía española se han tenido que hacer muchos sacrificios que han tenido como protagonistas, o víctimas, a los miembros de la familia. El Príncie Juan Carlos (heredero de Don Juan) tuvo que sacrificar a su padre, al Conde de Barcelona, para conseguir que la restauración fuese posible. Se saltó al padre, el verdadero heredero dinástico. Le traicionó, por así decirlo, aceptando todo lo que Don Juan no estaba dispuesto a aceptar, todo aquello con lo que no estaba dispuesto a transigir. Hubo monárquicos que no reconocieron al Rey Juan Carlos como Rey hasta que Don Juan hizo de nuevo otro sacrificio, y renunció a sus derechos. Se sacrificó por la monarquía, aceptó su nuevo papel.
Y lo mismo hizo Alfonso XIII con su hijo Jaime, pretendiendo asegurarle cierto futuro a la dinastía. Le obligó a renunciar a sus derechos para erigir como heredero al siguiente. O el mismo Juan Carlos cuando apartó a Cristina e Iñaki por "conducta poco ejemplar".
Hay que hacer memoria e intentar ponernos en la piel de esta gente, aunque sea un poquito, para entender por qué se hacen las cosas, caiga el que tenga que caer, cuando de la Institución y su peligro de muerte hablamos. No son senescales intocables, casi divinos, que pasan a la posteridad sin ser escrutados por el pueblo o por la propia familia. La historia lo demuestra, en la era absolutista y en la era parlamentaria. Juan Carlos no iba a ser menos, sobre todo si hay motivos.