Los siguientes en aparecer por la alfombra, fueron los Montpezat, a quienes apenas reconozco. En las imágenes de la ceremonia, ya dentro de la Catedral, se ven mucho mejor. Veremos a todos más adelante.

A Ruth Rosenborg la sentaron junto a la familia de Mary. Más adelante hablaremos de sus joyas, cuando los invitados lleguen al banquete.

Mientras los invitados llegaban a la Catedral, sonó música interpretada por los organistas Flemming Dreisig y Mads Høck y el Coro de Chicos de la Capilla Real de Copenhague. La dirección corrió a cargo de Ebbe Munk y Peter Harbeck. El conjunto barroco Concerto Copenhagen y Lars Ulrik Mortensen, a cargo del clavecín, también participaron en las horas previas y durante la ceremonia.

La Catedral de Nuestra Señora de Copenhague es la sede de la diócesis luterana, del mismo nombre, desde 1922. Dedicada a la Virgen María, se trata de una construcción neoclásica de tres naves, la principal muy elevada y con linternas abiertas en la bóveda que procuran luz cenital. El actual edificio fue diseñado por Christian Frederik Hansen en la primera mitad del siglo XIX, quedando concluidas las obras de construcción en 1829. Esta iglesia se trata de la cuarta en ocupar el mismo solar. Los tres edificios anteriores sucumbieron a derrumbes e incendios. Del diseño de la última iglesia, procede la construcción de la actual torre o campanario, rompiendo así con el estilo neoclásico del resto del edificio.

La entrada principal, situada al pie de la torre, consiste en un pórtico neoclásico, con columnas dóricas, frontón y relieves. El ábside es semicircular y queda presidido por una imponente imagen de Jesucristo. En el resto del templo, se distribuyen imágenes de sus doce apóstoles, todas ellas creadas por el escultor Bertel Thorvaldsen. Cabe resaltar, además, la pila bautismal donada por el mismo artista.

Pocos herederos se han casado en tierras danesas. El primer príncipe heredero de la dinastía Glücksburg, fue el hijo mayor de Christian IX y de la Reina Luisa. El Príncipe Heredero Federico (Federico VIII) se casó con la Princesa Luisa de Suecia y Noruega en la Capilla del Palacio Real de Estocolmo el 28 de julio de 1869. La princesa era la única hija del Rey Carlos XV de Suecia y su Reina Luisa, Princesa de los Países Bajos. La pareja se comprometió el 15 de julio del año anterior en Bäckaskog, en el condado de Skåne.

Tampoco se casó en Dinamarca el hijo mayor de Federico VIII. El Príncipe Heredero Christian (Christian X), se casó con la Princesa Alejandrina, Duquesa de Mecklemburgo-Schwerin, el 26 de abril de 1898 en Cannes, Francia. En el momento de la boda, Christian ni siquiera era príncipe heredero. No lo fue hasta la muerte de su abuelo, Christian IX, en 1906.

El padre de la Reina Margarita, Federico IX, también se caso en tierras extranjeras. Lo hizo en la Catedral de Estocolmo, el 24 de mayo de 1935, con la Princesa Ingrid de Suecia. La Princesa era hija del Príncipe Heredero sueco, Gustavo Adolfo, y de la Princesa Margarita de Connaught.

Tuvo que pasar cerca de un siglo, para que ya sí, una heredera al trono danés celebrase sus esponsales en su país. Fue la hija mayor de Federico IX y la Reina Ingrid, la Princesa Margarita. Se comprometió el 5 de octubre de 1966 con el francés Henri de Laborde de Monpezat. La boda se celebró en la Iglesia de Holmen el 10 de junio de 1967.

Los royals empezaron a hacer acto de presencia con los Duques de Castro -de Calabria para la Corte danesa- encabezando el cortejo de los representantes de las dinastías no reinantes.

La tiara que llevó Camilla perteneció a María Ana de Sajonia, Gran Duquesa de Toscana. Se cree que esta pieza podría tener más de dos siglos de antigüedad, pues el año de su creación se ubica alrededor de 1817, año en el que María Ana contrajo matrimonio con Leopoldo II, Gran Duque de Toscana. Cuando esta fallece, sin haber logrado dar un heredero varón al Gran Ducado, Leopoldo vuelve a casarse. La elegida fue una princesa de las Dos Sicilias, María Antonieta. Hija de Francisco I, Rey de las Dos Sicilias y de nuestra Infanta María Isabel -hija de Carlos IV y María Luisa de Parma-, pasó a ser la nueva poseedora de la tiara. Su primogénita, María Isabel de Austria-Toscana, Condesa de Trápani, fue finalmente su heredera.

A partir de ella, la tiara no abandona a los Borbón-Dos Sicilias hasta llegar a Lucía, hija de Fernando Pío, Duque de Calabria. Breve inciso para recordar que es a partir del fallecimiento de este Fernando, cundo empieza la disputa por la Jefatura de la Casa. Lucía estaba casada con el Príncipe Eugenio de Saboya, Duque de Génova y de Ancona. La tiara salió a subasta en 1999 desconociendo a su comprador hasta que Camilla, Duquesa de Castro, reapareció con ella en la boda de Federico y Mary en 2004.

Los siguientes en aparecer fueron Kardam y Míriam de Bulgaria. Ella lucía unas impresionantes joyas de coral y una tiara floral de diamantes de la que no he averiguado nada.

Isabel lució un bandeau de diamantes que había sido de su suegra, María Francisca de Orleans-Braganza. La misma María Francisca apareció con él en varias ocasiones, entre ellas en la escalera de Atenas durante la gala previa a la boda de los Reyes Juan Carlos y Sofía en 1962.