Recuerdo, Anabolena, unas imágenes de Spottorno. Me pareció un hombre muy estirado, de esos que representan poca poca clase personal debido a cómo mira a los demás. Y eso que estaba ya en el ojo público por sus negocios... ¿Qué inteligencia hay en alguien que para dirigir una Casa se le presupone, al menos, dotes diplomáticas, que semejantes declaraciones? Claro que estará, como dice Clara, resentido. Pero ya a su edad... así que sigo juzgándole duro: no debe haber sido un lumbreras nunca.
Recuerdo que me sentí defraudado, quizá más bien extrañado, durante un tiempo con la reina Letizia. Creí que no era la que parecía la de sus primeros meses, lo que había visto yo en ella. Por su formación, y real afán de cultura, su trayectoria profesional y en sus estudios, asemeja a esas personas que la viven apasionadamente, disfrutando de ella, no como un adorno más para presumir. Parecía desquiciada y en exceso insegura.
Al pº tampoco entendí la manía que tanta gente tenía sobre ella. ¡Qué exagerado lo de su presentación pública en El Pardo! Si el que se equivocó de verdad fue Felipe, que me sorprendió cómo le cortó la palabra
(lo de "déjame terminar" lo vi muy natural) Todo, por cierto, bastante irrelevante (también lo del príncipe) Fueron naturales, estaban algo nerviosillos. Todo, más que normal.
¡Y para no estar desquiciada... vaya lo que se encontraría Letizia. Tendría que tener los ojos como platos, sin dar crédito a lo que veía!. Las enemistades que tuvo que ir levantando dentro de Palacio... , y también, envidia (la cortaban porque "iba de lista") Pfff ...
Me alegro mucho que sea la reina. La educación de sus hijas es un reflejo de sus valores intelectuales. La tranquilidad de ellas, creo, que del padre (equilibrado como Dña. Sofía)
A mí me asaltaron las dudas por el 2011 o -12 cuando empecé a pensar que si lo de Spottorno a Barcelona en 2006, enviado por Juan Carlos, la noticia de ello, no fuera una estrategia para el futuro, una justificación que blindaba al rey por todo lo que pasaba con su yerno e hija... o simplemente, para contrastar pareceres o pedir más discreción en los "negocios". Porque me resultaba muuuuuuuuy extraño que J. C., una de las personas mejor y más informadas del país, supiera poco sobre lo que hacían. Los reyes constitucionales otra cosa no, pero han tenido, hasta fechas recientes, como jefes de Estado de recorrido, esa información general y al detalle de su país, que es importante en caso de una emergencia (podemos verlo en las guerras mundiales) o en la ayuda a los gobiernos y políticos en sus observaciones. Por supuesto, de sus inteligencias nacionales.
Realmente, con el cambio de reinado, el lavado de cara de Palacio era, más que necesario, urgente. No es bueno que se viva de un
modo tan lejano, en una burbuja de peloteos. La crítica, a todos, siempre nos viene bien. Y gente competente a nuestro alrededor, mejor.