Bueno, tampoco hay que sacar las cosas de quicio. Supongo que en el protocolo se tiene en cuenta lo simbólico y la amabilidad, o comodidad, tradición y circunstancia. Hay también sentido común, y por supuesto, con una organización cronometrada y puntillosa, fundamentalmente para lo anterior y que resulte natural (y encima, la seguridad, que la reunión se ha llevado en Madrid, no en los Alpes) Anabolena conoce mejor todo esto, y si se puede mejorar algunas cosas que se hicieron en El Prado, magnífico. También, que hay muchas circunstancias excepcionales en una reunión como esta.
No estamos ante una visita de Estado, o una reunión de siete u ocho... Han venido treinta y tantos mandatarios con sus parejas. Si esto ha sido el error, creo que ha sido un éxito (no es la primera vez) ¿Qué hacer con casi cuarenta consortes, muchos que han venido de casi la Conchinchina (literal), de las antípodas, por ejemplo? Que habría consortes cansada/os, pero no son tan mayores la mayoría...
Los trabajos se han hecho en el Ifema, y además, casi todo estaba muy avanzado ya (no iba a ser la clásica cumbre de los 27, menos de las antiguas 12, 15 con sus batallas...) ¿Se les daba horas libres, en sus hoteles o salieran? No ha durado un mes, sino tres días... Y en estas fechas, oscurece a las 22 h... ¿Y donde colocar una cena para tanto mandamás en un lugar apropiado, bello y céntrico? Uff. En Patrimonio Nacional igual no quedaba muy bien (sin los reyes). ¿Hotel, Moncloa? Evidentemente, sería cutre (un castillo o Parador tampoco)
Se echó mano de la esposa del Presidente porque solucionaba complicaciones, tampoco es que la consorte de Sánchez sea la más protagonista de las que ha habido, y asemeja a las que se hallaban presentes, aunque la de EEUU sí tenga un estatus definido y algún otro, y sin que los reyes estuviesen. Ha sido solo unas horas, y a comer perdices. Tampoco el presidente del Gobierno de España se puede permitir un lugar que no sea de primer orden y adecuado (es una importante institución española, y los invitados son los mismos)
La cena no ha sido en la zona de los cuadros. Fueron a mirar. A no ser que Boris J. estuviera borracho, o un patán tropezase, que tampoco, se estuvo un rato delante de los cuadros, algunos explicando cosas durante unos segundos o par de minutos (la consorte francesa, Sánchez, etc), que las cámaras todo lo magnifican. Eso sí, si lo de la orquesta, lo del hermano del alcalde de Kiev, etc, y otras cosas si estuvieron desorganizados, que se de un tirón de orejas y para la próxima vez. Esta reunión con estas características se ha llevado con mucha precisión -excepto las vistas, y que paradójicamente, resultaba muy fácil de prever- y sin errores, un gran mérito de buen hacer (me alegro que los españoles seamos tan perfeccionistas, por supuesto) Pero no veo yo los riesgos que hayan podido sufrir los cuadros, y mira que el arte para mí es lo esencial en una civilización. ¿Qué hacemos entonces con el público diario, más numeroso? Para algunas cosas son unos bárbaros muchos dignatarios, pero en esto...que conste, creo que no tanto y cierta educación tienen.............. (o mucha) Lo que digo es una mera opinión, como tantas otras que hay.
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