Es que Dña. Sofía ni se lo plantea. Eso sí, hubo un hecho que me pareció, aparte de que rozaba la crueldad, de una ENORME hipocresía por parte de la prensa y alguna opinión pública. Fue cuando fue a ver al marido por primera vez tras el pasatiempo de tiro al blanco por esas Áfricas.
LLegó desde Atenas, entró y estuvo un rato. La prensa, sorprendida del poco tiempo de visita, cronometrando el tiempo y escandalizándose de la poca diplomacia de una reina "tan profesional". Diez o veinte minutos. Joder (perdón), que Sofía estuviera algo indignada, que era para rematar a la persona que ponía la corona en el abismo, y aun así, se le exigiese unas maneras de buena y solícita esposa... Vamos, llega ella a no mostrar un mínimo de enfado en tal situación gravísima y hasta yo mismo me hubiera enfadado entonces.
La siguiente vez, ya la hora y pico y con comunicado de la prensa de que habían comido juntos, etc. Porque los medios echaban humo. Y eso sí que era algo humillante, pero vaya la profesión por delante...
¡Y después, que cómo pasaba ser cornuda de
modo tan sumiso! ¿Mandé??? Me pareció esto repulsivo y repugnante.
Me cabreó, indignó y .... (me callo)