Lamballe escribió:
Pues mucho me temo que el día menos pensando desayunaremos con un divertidísimo titular relacionado con el rey Juan Carlos: dinero, sexo o ambos. O un cadáver. Algo lo suficientemente gordo como para no acudir a la boda de un heredero de familia árabe amiga.
Y ojalá me equivoque.
Te diría "no me asustes", pero es que, visto lo visto, no es descabellado.
Siempre que han intentado evitar algo (encuentros, visitas, viajes) del Rey JC, incluida su última estancia en España, ha explotado algo. La última vez, lo del librito sobre la hija secreta. Vale que aquello se ha medio demostrado que es más ficción que realidad, pero no ayuda a enderezar la imagen del Emérito Rey y propiciar su regreso a España.
Miedo me da cada vez que entramos en época de verano. A partir de junio, El Confidencial y OkDiario suelen publicar sus raciones de merde, con Cori como protagonista. Por esto y por muchas otras razones, Letizia debería empezar a desligar su papel de la rigidez impuesta por el estilo remordimiento de Zarzuela. Es decir, esa rigidez debería quedar reservada para el Rey y, como mucho, la heredera.
Puedo entender que teman que la campaña política se radicalice y que algunos utilicen su asistencia a ciertos actos para hacer demagogia. Y lo puedo entender (que no compartir) cuando observo que a la Reina le han bajado de la agenda la tradicional inauguración de la Feria del Libro de Madrid. Acudió a título personal, sí, pero no de manera oficial, rodeada de políticos, como cada año. ¿Por qué? Porque estábamos y estamos en periodo electoral. Estas tonterías de ocultarse cada vez que hay elecciones, será para protegerse a si mismos, pero no creo que TODOS los miembros deban esconderse del mismo
modo.
A esta boda podrían haber acudido perfectamente las dos Reinas, colgadas del brazo. ¿Qué coinciden con JC? Pues muy bien, si ya sabemos que precisamente ellas dos no son las que mejor se llevan con él. No hay peligro alguno en ese encuentro. Van, besan a todo el mundo, charlan con los royals y se vuelven para España.
El Rey tiene al Presidente en una cumbre en Moldavia, en Zarzuela les ha pillado la convocatoria de elecciones con el paso cambiado, hay mucho gobierno autonómico que formar y JC preveía volver para junio... Pues vale, encerremos a Felipe en Zarzuela, que no salga de allí y que espere los acontecimientos con el mayor sigilo posible, pero su principal escudo, su Reina, que salga a poner el pecho. Sea en Jordania, en la Feria del Libro o en la inauguración de la nueva tienda de Los Fernández son muy amables.
Lo de la niña no lo comparto. Sí comparto la ansiedad por verla, la queremos ya en todos los sitios posibles, pero falta poquito. Lo de Noruega fue estupendo para Amalia y Elisabeth, pero ver a los chiquillos en una cena de gala, para mi es ridículo. Sigo siendo tradicional en estas cosas. Primero 18 años y después ser presentado oficialmente en tu país. Ya no queda nada. A partir de ahí, no debería faltar a ningún sarao royal que se presente, menos si concierne a las nuevas generaciones. Acompañando a su madre, a su abuela o a toda la familia.
Los belgas lo están haciendo muy bien. Elisabeth acude con su padre o con su madre, y así la van introduciendo en ciertos círculos o actos oficiales.
Dicho esto, no puedo estar del todo cabreada con ellos, pues llevan años diciendo presente en casi todo: entronizaciones, coronaciones, bodas, funerales... Y además, dándonos sorpresas joyeriles. De casi todos los eventos que se han organizado desde la investidura de Felipe como Caballero de la Jarretera, habrán faltado a un puñado. Eso sí, debo decir que las ausencias en los eventos con tiaras duelen el doble o el triple. Me jode muchísimo. Son espinas clavadas que no se sacan ni desempolvando los chatones en la visita del Presidente de Italia.
Me alegra ver a la Reina Sofía de vuelta, con tiara, condecoraciones y todas las galas. La echaba de menos. En su caso sí sería totalmente injusto tenerla encerrada. Hay que dejarla brillar, no tratarla como a una señora jubilada. Charles ya la podría haber invitado a la coronación, por ejemplo.