La reina llevaba un vestido de tul rosa con bordados de perlas y cristales, junto a un clutch realizado en la misma tela.



Lució la tiara que conocemos como ''Braganza''. Es principalmente una pieza francesa del siglo XVIII que se modernizó alrededor de 1820 para darle su forma actual.



La familia real la llama simplemente la tiara brasileña, porque perteneció a la emperatriz Amelia de Brasil. Fue un regalo de bodas de parte de su marido, el emperador Pedro I de Brasil. Como comentamos anteriormente, la emperatriz era la hermana menor de la reina Josefina de Suecia y Noruega, y esta magnífica tiara fue otro de los objetos que heredó Josefina tras la muerte de la emperatriz en 1873 sin descendientes.



Silvia también lució un collar, unos pendientes y un gran broche de diamantes y topacios rosas. El conjunto en sus inicios no tenía pendientes a juego, sino que surgen del broche que originalmente era de mayor tamaño, tipo devant de corsage.



Estas joyas fueron encargadas por el zar ruso Pablo I antes del matrimonio de su hija María Pavlona con el gran duque de Sajonia-Weimar-Eisenach en 1804. Pasaron de hija en hija y el collar acabó siendo heredado por la reina Victoria de Suecia, nacida princesa de Baden y consorte del rey Gustavo V, en 1923. Victoria nunca fue fotografiada con el aderezo, ya que para ese entonces se había retirado de los deberes oficiales, sin embargo, dejó el conjunto en 1930 a la fundación familiar de los Bernadotte.



Aquí otra foto de semi-aderezo de topacios rosas, dónde se puede observar el segundo broche más pequeño, que llevaba Silvia en la espalda, y el devant de corsage al completo, con los dos colgantes que pueden retirarse para utilizarse como pendientes cuando se lo desee.



Para finalizar, llevaba un brazalete de brillantes de la fundación familiar, que creo es el mismo que se muestra en la segunda foto:

La princesa Magdalena traía un vestido de gasa de color azul nomeolvides con un corpiño bordado con cristales.



Fue primera vez que Magdalena utilizó la tiara Connaught. Obsequiada a la princesa heredera Margarita de Suecia por sus padres, el duque y la duquesa de Connaught, con motivo de su matrimonio en 1905 con el entonces príncipe Gustavo (VI) Adolfo de Suecia, y de ahí su nombre. La tiara fue fabricada en 1904 por E. Wolff & Co. para Garrard. Se puede usar como collar y las gotas de diamantes se pueden quitar para usarlas en un collar o aretes.


Fue muy utilizada por la princesa Sybilla, por lo que en la familia la conocen como ''su'' tiara.


El collar elegido fue el conocido como ''joyas procesionales'' (intågssmycket). La pieza fue entregada a la recién nombrada princesa heredera sueca Victoria (nacida de Baden) para su procesión a Estocolmo tras su boda en Karlsruhe en 1881. Victoria recibió el collar de su marido, el príncipe heredero Gustavo (V). El collar está hecho de zafiros de Ceilán, perlas barrocas y diamantes. Lo acompañó con pendientes de perlas de la fundación familiar y un broche en forma de lazo de brillantes.

Sr. Daniel Westling junto a SAR el príncipe Carlos Felipe de Suecia, que actuó como su ''best man''.



Carlos Felipe llevaba el traje de gala de la marina modelo 1878 (el príncipe es capitán del Cuerpo Anfibio Sueco). Consta de una chaqueta azul marino, chaleco blanco, pantalones azul marino con rayas doradas, camisa de vestir y pajarita negra.



Las órdenes y condecoraciones que lució fueron:

-El collar y la gran estrella de la Orden de los Serafines.

-Y en el pecho (de dentro hacia fuera), la medalla conmemorativa de Su Majestad, la medalla al servicio nacional y una medalla de entrenamiento de Karlberg.

Alrededor de las 3.30 de la tarde, la novia se dirigió a la Catedral junto a su padre desde el Palacio Real, en una limusina Daimler de 1950 perteneciente a las Caballerizas Reales. Su matrícula o patente es simplemente la corona real.



Pero la dichosa entrada a el altar no estuvo ajena a controversias previas.

Victoria quiso entrar acompañada de su padre, el rey Carlos Gustavo, cosa que es tradición en muchos países, pero no entre la población llana de Suecia, en la que la pareja suele entrar caminando junta como símbolo de igualdad. Por lo que trajo una serie de críticas, entre ellas la del mismo Arzobispo de Estocolmo, que encontraban insultante que la novia sea entregada por su padre, como si fuera una propiedad que pasa de una mano a otra.

Sin embargo, dicha tradición no era del todo seguida por la familia Bernadotte. En la boda de la princesa Ingrid y el futuro rey Federico IX, que tuvo lugar en Estocolmo, y en las bodas de la princesa Margarita y la princesa Désirée, que se casaron en Suecia, las novias fueron escoltadas por su padre o abuelo. Sólo en la boda del rey Carlos XVI Gustavo y Silvia, y la princesa Cristina se siguió la tradición sueca.

Nina Eldh, la portavoz del palacio, declaraba: ''Tiene una dimensión mayor, no es un padre que deja a su hija a otro hombre. El simbolismo es que el rey conduce al altar a la sucesora del país y al hombre que ha sido aceptado". No tenía nada que ver con la propiedad, sino más bien con el fuerte vínculo entre un padre y su hija.

Finalmente, la princesa heredera declaraba: “Hemos tratado de buscar una alianza entre la historia y una boda contemporánea, sin dejar de ser personal”, llegando así al acuerdo de que Victoria entraría a la iglesia con su padre, pero los últimos pasos hacia el altar los daría con Daniel.

A la princesa heredera la acompañaron en su recorrido por el altar 10 pajecitos y damitas, listados a continuación:

Tres ahijados de Victoria: la Princesa Ingrid Alexandra de Noruega de 6 años, el príncipe Christian de Dinamarca de 4 años, y la princesa Catharina-Amalia de los Países Bajos de 6 años.

Dos nietos de las hermanas del rey: Madeleine de 11 años, nieta de la princesa Margarita, hija de Sybilla Dincklage; e Ian Geer de 8 años, nieto de la princesa Désirée, él es el hijo de Tina y Hans de Geer.

De la familia Sommerlath: Vivi Sommerlath de 15 años, hija del fallecido hermano de la Reina, Jorg Sommerlath; Giulia Sommerlath de 14 años, hija de Thomas Sommerlath con Susanne Sommerlath; y Léopold Sommerlath de 7 años, hijo de Patrick Sommerlath con Camilla Lundén. Patrick Sommerlath es el hijo del hermano de la reina, Ralf Sommerlath.

La familia de Daniel Westling estuvo representada por sus sobrinas: Hedda Blom de 11 años y Vera Blom de 6 años, hijas de Ana Westling.



Las damas de honor llevaron vestidos largos de organza de seda color blanco perla con mangas cortas y cuello alto. También, zapatillas de ballet blancas. Los pajes llevaron trajes de marinero, una tradición de la familia Bernadotte. Sus ramos eran de lirios del valle.

Victoria lucía un vestido realizado por el diseñador sueco Pär Engsheden.



Confeccionado en satén de seda duquesa de color crema, con mangas cortas y cuello vuelto, que sigue el escote redondeado. El vestido tiene una espalda en forma de V, con botones forrados en la misma tela. El fajín de la cintura está abotonado en la espalda. La cola está rematada con un ribete, abrochado en la cintura, y tiene la misma forma que el velo. La cola mide casi cinco metros de largo.



Los zapatos de la princesa heredera fueron confeccionados con el mismo tejido que su vestido, decorados con una hebilla de cristales. Son el modelo Belle Du Nuit, del diseñador Roger Vivier.



Más fotos del vestido expuesto al público en 2016:

El velo es el mismo que lució la madre de la princesa heredera Victoria, la reina Silvia, en su boda con el rey Carlos Gustavo en 1976.



Había pertenecido originalmente a la reina Sofía de Suecia, la cual se lo regaló a su hijo menor, el príncipe Eugenio. Posteriormente, este le pasó el velo a la princesa Sibylla, quien lo lució bajo una guirnalda de mirto en su boda con el príncipe Gustavo Adolfo en Koburgo en 1932. El velo de la reina Sofía también fue lucido por las Princesas Désirée en 1964, Margaretha en 1964 y Christina en 1974.



Al igual que su madre y abuela, Victoria también llevó una pequeña rama de mirto junto al velo. Se puede observar guardado en una cajita junto a los zapatos en la fotos de la exposición del post anterior.

La tiara elegida por la princesa heredera Victoria fue la tiara de camafeos, al igual que su madre el día de su boda, el 19 de junio de 1976. La tradición fue iniciada por la princesa Birgitta, que fue la primera princesa Haga en casarse, y la eligió para su boda en 1961 con el príncipe Johann Georg de Hohenzollern. La princesa Désirée también optó por la misma tiara como corona nupcial cuando se casó con el barón Niclas Silfverschiöld en 1964.



La tiara está hecha de oro amarillo, perlas y camafeos, cuya palabra significa piedra preciosa decorada en relieve. El camafeo central representa a Cupido y Psique de la mitología griega. Los siete camafeos no fueron tallados originalmente para la tiara, como se puede ver en sus diferentes formas y colores.



La diadema fue probablemente un regalo de Napoleón a su esposa, la emperatriz Josefina, en 1809. Fue realizada en el taller Nitot de París. La emperatriz legó la tiara a su nieta Josefina, quien, el 19 de junio de 1823, se convirtió en la princesa heredera de Suecia al casarse con el príncipe heredero Oscar (el futuro rey Oscar I).



Con la siguiente generación de la dinastía Bernadotte, la tiara pasó a ser propiedad de la hija de la reina Josefina, la princesa Eugenia, quien a su vez la dejó a su sobrino, el príncipe Eugenio. El príncipe regaló la tiara a la princesa Sibylla cuando se casó con el príncipe Gustavo Adolfo en 1932. Y el rey heredó la tiara a su muerte.



Victoria complementó el look con los pendientes y el brazalete que pertenecen al conjunto: