Que había, eso es seguro. Los hemos visto todos, pero no podemos asegurar que no fueran vecinos como tampoco que fueran grupos organizados. Si es lo último, la policía debería actuar por atentar contra la autoridad. Ya están tardando.
Lo mismo con los bulos. Lo que llevan diciendo de Bonaire desde hace días es mentira. Casi todo el mundo subió a las plantas más altas, el parking no tiene ni la mitad de plazas que dicen y tardó bastante en inundarse. Rescataron a casi todo el mundo en el edificio el mismo miércoles. Espero que no haya nadie allí abajo, pero si se escucha a los que SÍ estaban allí, no te dicen eso, salvo que el pánico les lleve a decir cosas que no se ajustan a la realidad. Y de nuevo, lo mismo el Ikea de Alfafar, que dicen que es una morgue llena hasta arriba. Pero, ¿esa gente estaba allí? Que escuchen a los que estaban allí, porque no cuentan eso. Las redes de los cojones.
Yo vuelvo a repetir, una cosa no quita la otra. Lo de ayer fue una vergüenza y al final, los más perjudicados fueron los valencianos. Pero sigue siendo una vergüenza, para las víctimas y afectados, que los gobiernos y responsables políticos no hagan autocrítica. Pareciera que las víctimas tuvieran que justificar su enfado, pero ojo, para algunos, los políticos no tienen que justificar nada. Los políticos lo único que tienen que hacer es señalar al contrario por su inoperancia, ¿no? Que no les roce ni el aire, ¿verdad? Que se las apañen solos, porque sigue siendo una vergüenza como han actuado, unos y otros. La gente está hasta las narices de tener que aguantar, incluso en momentos como este, la guerra de administraciones, la batalla del PP contra el
PSOE y la estúpida reivindicación de las respectivas competencias.
Hoy acaba de llegar el buque anfibio, prometido el viernes, al puerto de Valencia. HOY. Casi una semana después de la tragedia. Un buque que debió salir el miércoles para llegar el viernes. El mismo viernes, salieron militares de los cuarteles de Valencia y Alicante. El VIERNES, estando a un paso de la zona 0. Militares que rogaban a sus mandos que les dejaran ir desde el primer momento, que hablasen con quien tuviesen que hablar. Y así todo.
¿Cómo no va a estar cabreada la gente? Su cabreo y sensación de abandono tiene toda la justificación del mundo. Además, no han visto a nadie entonar un mea culpa o darles explicaciones convincentes. Al contrario, han tenido que escuchar a la sinvergüenza de la Consellera Montes soltar frases como:
"De dónde sacan a esta gentuza" o
“No se permitirá el acceso a la morgue, que esperen en casa”. ¿Esa es forma de dirigirse a las personas? Y luego lo termina de rematar el Presidente del Gobierno con
"si necesita más recursos que los pida". ¿La gente te ruega que tomes las riendas de la situación y sueltas eso? Hostia, menudos epitafios y qué falta de empatía. Si Mazón es inútil y negligente, se dice y punto y se obra en consecuencia. Pero esto que hemos vivido demuestra que no saben ni comunicar. Ellos solos agrandan el problema con su forma de expresarse. Una frialdad pasmosa.
No se puede entender que llegasen voluntarios y periodistas y que los mismos pudieran acceder a todos los lugares (menos a los inundados) y que por el mismo lugar no llegasen efectivos. Tampoco se entiende que no hubiera más o te dijeran que no daban abasto y que la Generalitat rechazase el envío desde otras provincias. Y finalmente, no se entiende que el viernes se creyera conveniente enviar a 5000 militares, la mayoría llegados hoy, y el miércoles no. Y todo eso los políticos se lo tienen que comer y deberán reflexionar sobre ello, es parte de su trabajo.
Estos días circula una viñeta que reproduce a la perfección la situación. Los políticos tras una mesa y un micrófono señalándose los unos a los otros, mientras enfrente tienen a las pobres víctimas atónitas pidiendo ayuda.
Los ciudadanos no podemos permitir que los políticos se vayan de rositas. Pero la violencia nunca será el camino.