Corregí todas las imágenes que faltaban, desde aquí retomaré con Huetel. Lo prometido es deuda, será lento, obvio pero veremos si podemos retomar la senda de Minnie que ojalá se pase nuevamente por acá y nos deleite reflotando temas o incluso alguno nuevo que soñar no cuesta nada.
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Resulta que allá por 2014, casi en otra década, en otro país empecé yo algo que abandoné y acá estamos intentando retomar. Y no empezamos con nada chiquito, la estancia Huetel ha de ser una de las más soberbias que han decorado la pampa argenta. "Huetel" significa armadillo en lengua aborigen, y fue de sus pobladores originales gracias al avance de la "conquista" sobre la campaña o las "tierras de los salvajes" como así se las conocían se dio lo que ya conté años atrás, el reparto de las tierras según varios criterios, quiénes estaban en la campaña, amiguismo/parentela del gobernante de turno y luego también de la chance de los nuevos dueños de asegurar su pertenencia porque hasta bien entrado el siglo XIX el aborigen fue un problema para el nuevo estado argentino.
Los Unzué fueron uno de esos grandes terratenientes que vieron catapultada su suerte y fortuna, serán, protagonistas de este foro y otros. Han sido de los pocos que han sabido conservar si bien no sus palacios porteños sí los pampeanos y con ellos parte de su fortuna que no ha sido poco viendo lo que ha pasado con sus contemporáneos. Es también un problema investigar sobre sus residencias porque son gente privada, es poco lo que se sabe de ellas, casi no existen fotos de sus interiores y se han asegurado de mantener un perfil bajísimo que salvo para historiadores e interesados del tema les ha asegurado paz ya que poca gente sabe de su existencia, y también les ha evitado robos.
Para que se den una idea la estancia tiene 400 hectáreas de parque y casi 6800 totales lo que permite explotar casi 6400 totales, y si les asusta la cifra piensen que alguna vez dobló sino triplicó estas medidas.
El parque de Huetel hoy.
Podría aburrirlos (y aburrirme seamos sinceros) haciendo una larga historia sobre los Unzué pero creo que debemos ir directo a su creadora, esa gran mujer llamada Concepción Unzué de Casares, quien para los conocedores de joyas sabrán que su hermana María fue una de las poseedoras del Hope antes de que tuviera ese nombre.
Concepción era una de las hijas de Saturnino, y parte de las famosas hermanas Unzué que entra ellas eran las poseedoras de una fortuna inigualable, casada ya con Carlos Casares, otro hacendado, recibió en 1886 la herencia de su padre con la cual decidió crear el casco de su estancia en un estilo francés, más específicamente el de Luis XIII. El jardín fue primero diseñado por G. Welther que luego sería
modificado por Charles Thays III uno de los descendientes de nuestro gran paisajista.
La construcción comenzó en 1906 y terminó 3 años después, y el resultado, creo que estamos todos de acuerdo es soberbio...
Su esposo no vería la construcción terminada porque falleció en 1907. La misma estuvo a cargo de Charles Dunant, francés, por supuesto. Y no se escatimó en nada: escaleras de marbo, pisos ajedrezados de roble de Eslavonia, techo de mansarda, y las decoraciones y mobiliario interno, por supuesto, todo europeo y de la mejor calidad. El parque contiene así mismo una capilla, un lago, fuentes y estatuas.
David, Príncipe de Gales, y luego Edward VIII la visitó cuando lo tuvieron acá de paso por el país junto a su hermano George de Kent, pobre, lo tuvieron sin parar si las fotos son prueba alguna de lo que fue ese periplo. Sí, me compadecí del luego Duque de Windsor pero la hospitalidad argentina puede ser... abrumadora.
Concepción muere en 1959, y no tuvieron hijos con Carlos por lo cual su heredera, al menos en lo que a Huetel consta es su sobrina Josefina Álzaga Unzué de Sánchez de Elía, su hija, Josefina Sánchez Álzaga de Larreta es la actual dueña. Posee casi 7 mil hectáreas, heredó el casco porque la misma fue dividida en partes iguales con su hermano lo que les da la pauta de su tamaño original.
El establecimiento se especializa hoy en soja, por supuesto, la cría de "Aberdeen Angus", girasoles, y maíz, del interior, como les dije no existe una sola foto decente. La familia mantiene un bajísimo perfil y aún así escribir esto me implicó consultar las pocas fuentes (confiables) que existe y rastraer muchas webs para encontrar fotos potables.
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Próximamente, sí, dentro de
esta semana, hablaremos de una de las grandes joyas perdidas de las pampas, un casco de estilo pintoresquista que perteneció a otra hermana Unzué, María Unzué de Alvear. Esta mansión, supo ser el caso de una estancia que llegó a poseer 61.000 hectáreas y que ya no existe: San Jacinto
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"Ma fin est mon commencement,
et mon commencement ma fin".