Consuelo en una curiosa foto, rodeada de caballeros "medievales" en Blenheim Palace.
Enganchadísimo con Gladys Deacon, "Sunny" la invitó a visitar Blenheim y ella aceptó de inmediato. Paradójicamente, Consuelo y Gladys se cayeron en gracia desde el primer instante. Si Consuelo adivinaba la fuerte inclinación y deseo sexual de "Sunny" hacia Gladys, eso no afectó en absoluto a su simpatía por su compatriota. A Consuelo, lo que "Sunny" hiciese o dejase de hacer con otras mujeres se la traía, literalmente, al pairo, así que pudo dejar que los acontecimientos fluyesen libremente mientras, por su cuenta, entablaba una cálida amistad con Gladys.
A fín de cuentas, Consuelo sentía, en otro aspecto, que estaba a punto de quedar "libre" de su esposo. Tras el nacimiento del pequeño John, ambos se dispusieron a engendrar en el lecho ducal al necesario repuesto por si fallaba el heredero. Cuando John tenía cuatro meses, su madre, Consuelo, se quedó embarazada de nuevo. Rogaba para que se tratase de otro varón, porque una fémina la hubiese forzado a buscar un tercer embarazo, con el consiguiente tercer parto. Y tuvo la suerte de cara: en octubre de 1898, vino al mundo lord Ivor Charles Spencer-Churchill.
Una imagen de Consuelo con John e Ivor.
Consuelo había cumplido la orden de la duquesa Fanny. Consuelo ya no tenía que asumir el sacrificio de meterse en la cama de forma regular con "Sunny". Había dos niños, John e Ivor, de
modo que Consuelo podía considerarse "desligada" de sus obligaciones conyugales. En esa tesitura...¿que más le daba a ella si "Sunny" se metía entre las sábanas con Gladys Deacon?.