Princesa, tu testimonio tiene un gran valor aquí. Eres mamá...y docente. Así que has visto las dos caras del trastorno, te ha tocado a nivel personal y también a nivel profesional. Te felicito, permíteme, por tu extraordinaria ecuanimidad y el sentimiento con que nos has acercado al tema
Yo insisto en que Froilán es un niño privilegiado, en el sentido de que su familia dispone de una amplia "batería" de recursos de los que echar mano para contribuír a que salve los escollos en el camino y desarrolle todo su potencial -fuere cual fuere-. Creo que el chico estará perfectamente atendido y orientado en la dirección correcta. Pero aunque considero que los medios de comunicación sólo buscan a veces dar carnaza en sus artículos y no calculan el grado de responsabilidad social que tienen, no es malo que el tema salga a la luz. Digamos que es una pena que "el confidencial" lo haya presentado de la forma en que lo ha presentado, simplemente. Pero eso puede ayudar para acercar a la gente esa clase de trastornos, a que nos mentalicemos de la importancia que tiene reforzar el sistema educativo e invertir más recursos. Estoy pensando en los niños que compartieron aulas conmigo hace décadas. Siempre ha habido en las clases algún niño que "no cuajaba", pero en aquel entonces, no se buscaba un diagnóstico: se limitaban a calificar al chiquillo en cuestión de alelado, "de esos que se distraen con el vuelo de un mosquito y ni siquiera mosquito hace falta a menudo", vago y condenado a ir cosechando malas notas, repetir cursos (en aquel tiempo se repetía, sí) y acabar dejando las aulas demasiado pronto.
Es mejor "saber". El conocimiento puede salvar a muchos chiquillos del fracaso escolar derivado de esas cuestiones. Siempre habrá una cuota de fracaso escolar, por supuesto, pero está bien que luchemos por salvar cada caso que se pueda salvar