Retomando el tema por aqui 3 muestras de que las estatuas no solo eran merecidas para homenajear a los royals... aún para algunas singulares y bien amadas mascotas reales existía este privilegio, una muestra del gran cariño que podían despertar en sus reales amos...
Muestras escultóricas del aprecio de la Reina Victoria I por algunos de sus más amados perros, comenzamos por Islay, un terrier que según parece fue amaestrado por la propia Reina para que hiciera una pose que se volvió casi un sello de su personalidad, sentarse en 2 patas para pedir una galleta o golosina, lo curioso con Islay es que de él existe un monumento escultorico pero no en Londres sino prácticamente al otro lado del mundo en Sidney, Australia. Aquí algunas imágenes de dicho monumento...
Aparte de Islay 2 perros de Victoria, concretamente 2 border collies fueron tan amados por la soberana que al morir Victoria hizo erigir sendas tumbas para cada canino, cada una con su respectiva estatua y un epitafio escrito por la misma reina...
Tumba-Memorial dedicada a Sharp
Sharp fue uno de los perros de Victoria más retratados, no solo hay numerosas fotografías de él con o sin la Reina sino cuadros pintados por algunos de los más importantes retratistas de animales de la era victoriana. Junto Islay, Sharp fue una de las principales fuentes de compañía y consuelo que tuvo Victoria tras la repentina muerte del Príncipe Alberto. Se cuenta como anécdota que Sharp fue un perro bastante arisco y reservado con los extraños por lo que no mucha gente podía acercásele, entre esos pocos priviligiados a quien Sharp toleraba aparte de la reina estaba John Brown.
Tumba-Memorial dedicada a Noble
Noble, fue otro de los Border collies más queridos por la Reina Victoria, se dice que era un perro muy dulce y tranquilo y que había sido estupéndamente adiestrado por John Brown, hay muchos pasajes en los diarios de la Reina dedicados a Noble y su vida como mascota real. La historia cuenta que cuando Noble falleció a los 16 años su muerte fue tan devastadora para Victoria que a la reina la debieron sedar para que se calmara y no sufriera un colapso nervioso.
Sin duda esto muestra hasta que punto las mascotas significaron para la Reina Victoria y como sus vidas y muertes fueron sinceramente sentidas por ella dejando testimonio palpable de ello.
Saludos,