Para mi el tema de la delgadez de la princesa no es una "elección" suya, no es que haga dieta ni ejercicio a todas horas para lucir divina de la muerte. Si ahora está más delgada que antes es por culpa de su trabajo, y no por la presión que le impone el cargo que la tenga mala perdida de los nervios, sino por los horarios que le impone.
Yo, al igual que muchas personas hoy en día, me paso la vida sentada delante de un ordenador y por eso me tengo que preocupar de hacer ejercicio y no desayunar Donuts todos los días. Ella se levanta a las 6 o 7 de la mañana, va de la audiencia al despacho y del despacho a la audiencia, sal corriendo a inaugurar exposiciones, vuelve corriendo a ver si te da tiempo a estar presente para acostar a tus hijas, aguanta dos horas a pie firme saludando a los altos cargos, sal pitando a coger un avión que tienes que ir a EE.UU, visita, visita, visita, besamanos, cenas, almuerzos, repasa discurso, repasa documentación, corriendo de vuelta al avión, llega a España a preparar siguiente visita, audiencia, inauguración o lo que sea.
Con ese ritmo consumes todo lo que comes. Antes se sentaba en un despacho en la redacción de una canal de TV todo el santo día, salvo que la mandasen de corresponsal donde esperas aburridísimas horas hasta que te toca salir en directo. Ahora no para quieta en todo el santo día.
Me consta que cuando vienen a los Premios come como una lima. Me lo ha dicho desde la gente presente en los almuerzos y cenas hasta camareros que las sirvieron. Yo la he visto meterse al cuerpo una ración de sardinas con jamón y mojar pan en el aceite alegremente.
Otra cosa es que, estando tan delgada seguramente porque no lo puede evitar, se ponga vestidos sin mangas que muestren los brazos y se vean demasiado esqueléticos. Eso ya va en gustos de cada uno. A mí el vestido me parece una monada y si no lo encontró con mangas más largas pues da igual, si ella se ve bien así...
(Ya podía la princesa dejarnos ir a la Zarzuela para hacer la Operación Bikini, a ver si dando unas cuantas carreras entre el despacho y la sala de audiencias nos ponemos todas tipo fino
)
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.