Insisto en que la relación personal entre los Reyes es tan íntima y tenemos tan pocos datos que no podemos condenar a la ligera a una de las partes, por muy machistas que seamos, como es el caso.
Lo de que se casaron enamorados es una película que nos han contado y que nos hemos creído porque así se redondeaba el cuento del príncipe retornado al trono y quedaba mucho más mono. Tal vez JC lo estuvo de María Gabriela, tal vez no, pero yo no creo que fuera un asunto de amores ni mucho menos. Era lo que había que hacer y se hizo.
María Cristina SÍ estuvo enamorada de Alfonso, casi desde el minuto cero. Creció entre rezos y ambiente monjil y de repente se encontró prometida con un muchachote criado entre París y Londres con más tablas que un astillero de Plymouth. Y se metió hasta las cachas. Y prueba de ello fueron las salidas de tono que tuvo en más de una ocasión, incluso con el gobierno. ¿Ha tenido Sofía alguna similar?¿tenemos constancia que algo haya conseguido desordenar su mayestático y eterno peinado?¿ha puesto sus maletas en los Pirineos?. Que no, que no. Su acuerdo era otro y estas trivialidades sexuales son secundarias.
De la misma manera Alfonso XII sí estuvo enamorado de Mercedes. Sus lamentos en El Escorial, abrazado a su ataud, su devastación completa, no dejan lugar a dudas. Pero hay que hacer un profundo ejercicio de empatía histórica para meterse en la piel de un mozo de clase alta, de un rey, de la Europa decimonónica. Dos tipos de mujeres:
- A) La casadera: honesta, casta, pura, cristiana devota, discreta y siempre obediente al marido. Cocina-cama-críos son sus tres mandamientos. A ésta le está prohibido demostrar pasión o ardor sexual, con ella se procrea, ni siquiera se hace el amor, no hay sexo por placer o deporte, o por lo menos a ellas se las ha educado desde la cuna para que sean fríos témpanos, receptáculos de esperma y yeguas de cría. Nada más y nada menos. Para ellas el sexo era un duro trauma, a veces, que sólo se justificaba por cumplimiento del mandato de "creced y multiplicaos". ¿Verse devoradas por los celos cuando un marido acordado, por el que las más no sentían ni simpatía, dejaba su cama por saltar a la de otra inferior, librándolas así del trago de verse vejadas sexualmente otra vez?. Pues no.
- B) La folladera: profesionales de todo tipo y condición con las que se esperaba disfrutar al máximo del goce sexual. Las más elevadas, las cortesanas de nivel, daban categoría social y podían ser mostradas en público, donde hacían ostentación de sus joyas, desparpajo y don de gentes. Mantenidas en exclusiva en muchas ocasiones, sobre todo si mediaban bastardos de por medio. Con ellas se hacía lo que no se hacía con el tempano con el que se casaban, pero son pocos los maridos que cayeron en la tentación de sustituir a la esposa por la amante. En aquella época casi era obligatorio para el marido de nivel tener una mantenida. En Santander todavía se cuenta el caso de una de ellas, que vivía como una reina a las espaldas de un gran apellido de los de toda la vida, vio como su flamante nuevo coche se estropeó en la principal avenida de la capital. Ni corta ni perezosa, toda elegante y peripuesta, se bajó a ver qué podía hacer por arreglarlo. Rápidamente el gentío, que sabía quien era y atraído por lo insólito de ver una mujer ejerciendo de mecánico, se arremolinó para disfrutar del espectáculo. Ella, poco dada a sujetar la lengua, espetó:
- ¿Qué pasa?¡Es que nunca habéis visto una puta arreglando un coche!
Alfonso XII se enamoró de Mercedes, de su papel como mujer tipo A. Supongo que ni se le pasó por la cabeza hacerla pasar por los innumerables deseos que un joven de 19 años, sano y fuerte, tiene a esa edad. La mujer B estaba para otras cosas, pero lo que nunca había que hacer, nunca, nunca, nunca, es buscar mujer B entre las iguales a la A, o hacer ostentación de B delante de A. Eso era cruzar una línea peligrosa y mezclar terrenos. Si me apuras puede ser (esto es otro presunto rumor) por esta causa cuando hemos visto una "real" salida de tono de la Reina al ponerse manifiestamente en contra de la relación Elena-Eberhard Wurttenberg, probablemente por el rechazo que la madre del novio, Diana de Orleans, le producía y probablemente le produce aún.
Yo no sé si el Rey tiene o ha tenido queridas, nunca me ha importando y no lo hará hasta que la Reina evidencie que así debe ser. Mientras tanto, si a ella le vale a mi también, insisto. De la misma manera que tampoco conozco los motivos por los que el Rey las tiene o se ha alejado de su esposa, porque en un matrimonio hay dos, no se nos olvide. ¿Es Sofía una mujer amante de su marido?¿es buena compañera?¿ha estado a su lado siempre?¿lo ha amado?¿ha tenido ella otros asuntos?. No lo sabemos, pero ni siquiera lo hemos considerado, porque en un esquema machista de las cosas hemos cargado tintas contra el varón porque es lo que se espera, es donde está la culpabilidad. ¿Y si la convivencia íntima con ella es tan fría, distante e insoportable que la soledad lo arrojó del matrimonio en los brazos de otras más cariñosas, y no me refiero al sexo?.
Son demasiadas variables y demasiadas elucubraciones en un tema estrictamente privado e íntimo, el único que les concedo. Y como no tengo ni tenemos ni una cuarta parte de la mitad de los datos, es mejor no condenar tan a la ligera.
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