Sin embargo, en este momento en el que todo el mundo aprecia a los freires alguien comienza a odiarlos profundamente. Son los obispos, enemistados con ellos por razones económicas y de protagonismo pastoral y que no perdían la oportunidad de criticarlos.
Un ejemplo fue Guillermo de Tiro, un obispo-historiador-cronista, la
Gossip Queen de las Cruzadas. Su relato de la "crisis" de 1173 no es muy convincente. Según él, los templarios a las órdenes del maestre Odón de Saint Amand dieron muerte a un enviado de los hassassins nizaríes, dispuesto a negociar la paz con el monarca. Siempre según el relato de Guillermo de Tiro, este acuerdo de paz impediría a los templarios cobrar un supuesto tributo que los asesinos estaban obligados a pagarles en Trípoli: los freires habrían antepuesto los intereses económicos a los del bien del reino. La avaricia es el gran reproche que se le hace a las órdenes en general y al Temple en particular y que ocasionará su caída.
Vamos a matizar tres cositas.
Primero: los asesinos no eran muy de pagar tributo a nadie, si acaso te lo pagan en forma de saeta envenenada en tu garganta
Segundo: según Guillermo, Odón era un
hombre ruin, soberbio, arrogante, que respira sólo furor, sin temor de Dios y sin consideración hacia los demás... murió en la miseria, sin pena de nadie pero lo que sabemos seguro es que Odón (o Eudes de Saint-Amand) cuando asume la jefatura de los templarios, tiene en su haber una importante carrera militar, ya que había ocupado el cargo de mariscal del reino y vizconde de Jerusalén.
Es él con sus templarios los que se sitúan en la vanguardia en Ascalon en 1177 y atropellan a Saladino que tiene que huir por patas, hablamos de 80 templarios contra las primeras líneas de un ejército enemigo que estaba compuesto por 20.000 soldados. Es decir, que de momento ya sabemos por sus actos que de valor y genio militar iba sobrado.
En 1178 es sorprendido por Saladino en la batalla del vado de Jacob y vuelve a ser él con sus templarios los únicos que aguantan la posición. Todos mueren excepto Eudes a quien Saladino quiere intercambiar por uno de sus sobrinos prisionero del Temple. El Maestre rechaza la oferta:
Yo no puedo autorizar con mi ejemplo la cobardía de mis caballeros que se dejarían prender con la esperanza de ser rescatados. Un templario debe vencer o morir, y no puede dar por su rescate otra cosa que no sea sino su puñal y su cinto. Ole, ole y ole... habría que ver si Guillermo de Tiro saldría de esa situación con la misma dignidad, el mismo pundonor y el mismo concepto de que es honorable.
El octavo Maestre del Temple morirá en Damasco el 19 de octubre de 1179.
Tercero: el problema de Guillermo de Tiro es que es un paniaguado del rey de Jerusalén Amalarico I, que no puede ver a los templarios ni en pintura porque estaba empeñado en conquistar Egipto y los templarios rechazaron ayudarle porque les parecía una locura el intento, que bastante tenían con mantener lo conquistado como para ir a remover el avispero de Saladino, que por entonces sólo era visir. Total que Guillermo de Tiro pone a parir a Odón porque se lo manda su jefe, igual que pone a parir a Inés de Courtenay, primera esposa del rey, porque la mujer se había opuesto a su ascenso al Patriarcado de Jerusalén. Vamos, que un resentido... es que no puedo con él
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La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.