Bajo el título ‘
La Villa de los Papiros’, la
Casa del Lector (Madrid) presenta una exposición sobre la lectura y la escritura en la antigua Roma cuyo centro es la mencionada villa de Herculano y su célebre biblioteca epicúrea, la única de la Antigüedad clásica que ha llegado a nuestros días. Muchas de las piezas de la muestra no habían sido expuestas hasta ahora.
Del 18 octubre 2013 al 23 de abril 2014www.hoyesarte.comhttp://casalector.fundaciongsr.com/Durante la erupción del Vesubio del año 79 quedó totalmente sepultada en Herculano, al borde del mar y cerca de Nápoles, una mansión concebida para el disfrute de la cultura que albergaba una mítica biblioteca.
Sepultada permaneció durante siglos hasta que, a mediados del XVIII, gracias a las excavaciones promovidas por
Carlos VII de Nápoles (el que después sería
nuestro Carlos III), salió a la luz la villa y la biblioteca que protagonizan esta exposición concebida para acercar al visitante a un apasionante mundo rescatado.
La Villa de los Papiros, como explicó durante la presentación de la muestra César Antonio Molina, director de la Casa del Lector, debe precisamente su nombre al hallazgo entre 1752 y 1754 de centenares de papiros.
Epicuro
Catalogada como una biblioteca filosófica epicúrea, formaba parte de un conjunto que transpiraba epicureísmo. Un lugar idílico en el que practicar un placer mesurado entendido como ausencia de dolor, la amistad como expresión más alta de la ética, la búsqueda de la felicidad a través del conocimiento y la muerte como fenómeno natural que no debe asustarnos.
La filosofía epicúrea surgió en el contexto de la crisis de Atenas en el siglo IV a.C. Crisis no solo política, sino también social, religiosa, y de valores y creencias.
Como señala Garlos García Gual, en ese marco Epicuro (340-270 a.C.) se aleja de lo político para postular -”
para los desilusionados de los grandes ideales cívicos y religiosos”-
un claro camino a la conquista de la felicidad individual. “Es una sabiduría para evitar el dolor y lograr el placer (en un sentido amplio, hedoné: el gozo de vivir) y a la vez, rechazar el temor a la muerte y el castigo o envidia de los dioses. Serenidad y autosuficiencia son bases para una vida feliz”.
En una vida retirada, el sabio Epicuro cultivó la amistad y el disfrute de los placeres del cuerpo (y también del alma). Para ello fundó su escuela, el Jardín (kepos), una comunidad de amigos y filósofos, al
modo que con anterioridad Platón fundara su Academia y Asistóteles su Liceo.
Dos partes
Comisariada por Carlos García Gual y Nicola Oddati, la exposición se compone de dos partes, una que aborda qué era la lectura en la antigua Roma (siglo I) y otra centrada en cómo las excavaciones arqueológicas de la villa en tiempos
modernos fueron una relectura que dio nuevo impulso a la historia cultural de Europa del siglo XVIII.
Los detalles de la muestra han sido explicados por sus comisarios y Ciro Cacciola, director del Museo Arqueológico Virtual de Herculano; Mauro Giancaspastro, director de la Biblioteca Nacional de Nápoles, y Valeria Sampaolo, directora del Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
_________________
La expresión suprema de la belleza es la sencillez.
Alberto Durero.