Foro DINASTÍAS | La Realeza a Través de los Siglos.

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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 06 Abr 2015 22:43 
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Yo tampoco entiendo la fascinación de Reverte con los franceses, la verdad, con lo sencillo que los ingleses hicieron todo sin tener que mover a sus reyes del trono, ni cargarse a nadie, se quedaron con todo lo que quisieron, empezando por lo de los mas panolis, aka nosotros y con su sistema de clases tan marcado han llevado siempre la democracia dos pasos por delante de los demás, y sin necesidad de escribir una Constitución.
Total, llegado el siglo XX con los nazis llamando a la puerta, se rilan, tanta revolución y tanta ilustración para acabar siendo tan cobardes, y son los otros, los SÚBDITOS de su graciosa majestad los que son sus agallas les tienen que salvar el cuello.

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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 07 Abr 2015 08:06 
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Godoy como tuve el placer de comentarte hace un año cuando tuvimos un breve intercambio de opiniones en torno al papel del rey Carlos IV en Bayona, si foro dinastías es la comunidad de temas de la realeza mas grande en nuestro idioma es gracias a foreros como tu o minnie, iselen y demás que hacen que valga la pena diariamente abrir el foro y no solo divertirse sino tener mayor cultura
Godoy escribió:

Bueno, yo por sus palabras sí entiendo que es afrancesado y, por tanto, partidario de la ocupación con el rey José a la cabeza. De todas maneras, príncipe, yo me recalco: Los hombres de las luces se divieron, por las razones que fueran, pero unos se unieron a los "patriotas" y otros se "afiliaron" a la administración josefina, todos eran afines al ideario pero les dividían las formas. Efectivamente, la tragedia fue total, la destrucción del país fue como nunca antes se había visto y la huella dejada a nivel social, fue total. Coincido que fue una guerra civil, y más que a nivel local, diría yo, a nivel nacional. Al finalizar la contienda se daría por primera vez en la España contemporánea que miles de españoles se exilian huyendo de sus compatriotas. Dolor similar a la contienda del siglo XX aunque las diferencias, desde el punto de vista político-ideológico, son sonoras.


Esa es Godoy la tragedia de 1808, que las mentes más lucidas de España se partieron entre el corazón y la razón, imaginemos que en lugar de tratar traicioneramente de quedarse con el trono, Napoleón hace lo que le aconsejaba Champagny, tras Aranjuez, reconocer la abdicación de Carlos IV, reconocer a Fernando como rey, pero en sus términos, es decir, como en Bavaria o en Sajonia, sus estados satélites, una administración modernizada, el código civil pero a la española, señores ilustres como Jovellanos a la cabeza de la administración mas su porción de afrancesados, rodeando a una hipotética reina “de la casa imperial” los Marchena, los Goya, los Guarinos etc. Indudablemente quizás en este momento no se diría hello, sino bonjour a nivel mundial, pues si Napoleón estuvo cerca de ganar la gran guerra francesa (1791-1815) fue en el otoño de 1807, tras Tilsit, Europa se federo contra Inglaterra pues en una palabra Napoleón era el amo desde el Pirineo hasta el Vistula y tenía por aliados a España, Polonia, Holanda, Dinamarca y al menos nominalmente a Rusia, mas el imperio francés, el reino de Holanda, Italia, Suiza, Alemania, etc. Portugal temiendo la invasión acabo por cerrar sus puertos a los británicos, pero torpemente Junot entro en Lisboa, Godoy como tú has explicado brillantemente trataba de domar al tigre e igualmente se plegaba a la voluntad de Napoleón. De haber manejado prudentemente los asuntos de la península, es muy probable que Inglaterra acabaría por haber pedido la paz, o quizás una nueva tregua como en 1802, pero al menos un respiro. En lugar de esto, el primer cónsul que había seducido a los reyes de Etruria, el general que manejo a su antojo a Pio VI se había convertido en un Cesar, lleno de orgullo y megalomanía que no tuvo más idea que humillar a un aliado, generando una doble tragedia, terrible sin duda para España, pero igualmente para Francia, fue una guerra de perder-perder, el ejercito francés perdió 180,000 hombres aproximadamente en el infierno de un lustro que fue la guerra de España, hombres que pudieron luchar contra Rusia, Austria, Prusia o el Reino Unido, los verdaderos enemigos de Francia en el momento y que se perdieron en una guerra absurda, que liquido aquella “relación especial” que venía desde tiempos de Felipe V eliminando además de España a los liberales que se exiliaron en masa y generando una enorme fractura psicológica en la relación traspirenaica que tanto trabajo había costado a Francia en generar, hasta el punto que para lograr tener en España a un amigo, Louis el grande sacrifico a un millón de franceses en la guerra de sucesión (1701-1713) todo esto se perdió

Godoy escribió:
d: Sólo apuntalar algo. Eso que remarco de lo que has dicho está muy bien, pero está muy bien para todos los demás menos para él y los suyos. :)) Instauró un sistema que olía a pasado, una monarquía imperial donde él y sólo él lo era todo, al estilo Louis XIV. Por si no fuera poco montó un sistema de monarquías supeditadas a Francia lideradas por sus familiares, o sea que eso del mérito para otros, porque para su familia NO. Dentro de aquellas monarquías es posible que cambiaran mucho las cosas desde el punto de vista social y político, pero en la cúspide el sistema privilegiado y de cuna permanecía intacto, solo que en vez de ser Borbón, Habsburgos o Saboyas... eran Bonapartes.


Efectivamente Godoy has encontrado la razón de la caída de Napoleón según sus mas expertos biógrafos, algo que a la larga el mismo reconoció en Santa Elena, contrario a lo que se dice en los medios anglosajones, la Francia revolucionaria e imperial, solo desato dos guerras, las de Haití y la de España. Desde 1791 hasta 1806, Francia fue atacada literalmente en sus cuatro costados, en el Sur pirenaico durante la guerra de la convención, en su sur alpino, por sardos y austriacos, en el oeste por la Vendee, apoyados los sublevados igualmente por la Royal Navy y en el Este-norte, por una enorme coalición de Austria, el Imperio, Prusia y el Reino Unido. Naturalmente esta coalición enorme desato toda la fuerza vital que las Galias tenían, ya sabéis, la nación en peligro, a las armas y de repente la república tiene un millón y medio de hombres en armas, no mercenarios, sino ciudadanos soldados, avocados a hacer la guerra total (como dato comparativo, la maquinaria romana en su cúspide tuvo 450,000 soldados bajo Trajano) Después de Valmy se conquista Bélgica y Holanda, además de la parte izquierda del Rin, Bonaparte mientras tanto en el sur conquista el norte de Italia, aquí la revolución se volvió conquistadora, indudablemente. Pero fue una guerra en la que fueron los reyes quienes decretaron la exterminación de la república, el mismo Robespierre estaba en contra de la guerra.

En 1798 el segundo asalto de la Europa de los reyes contra la república, esta vez son Prusia, Austria, el Imperio, Reino Unido y los rusos, por unos momentos parecía que era el final de la aventura republicana, los cosacos sacaban de Italia a Massena, los Astro prusianos mataban a Marceu y Moreau se replegaba, entonces en Zurich Massena detuvo a los rusos, Jourdan derroto a los austriacos y reconquisto Holanda, tras esto Napoleón se proclamo primer cónsul y en una serie de tratados se firmo la paz en Europa. Mas que paz tregua, apenas un año después Londres sin previa declaración de guerra apresa todos los barcos franceses y por cierto, también los españoles, además de bombardear salvajemente la capital danesa y provocar el primer conato de guerra con USA conservando además Malta y exigiendo la devolución no solo de Holanda e Italia, sino también la de Bélgica. Es decir, declarando la guerra, de ese momento viene el plan de la invasión de la Isla por parte de Napoleón y todo el drama conocido de Trafalgar, al mismo tiempo Londres financio a los austriacos y rusos para luchar su guerra, estos invadieron Bavaria y Dinamarca, planeando una invasión conjunta de Francia, pero viene Ulm y luego Austerlitz, el viejo Pitt muerto de tristeza sin saber que tras el combate de Trafalgar, su país ha ganado la guerra

Diez meses después, los cadetes prusianos fueron directamente a la embajada francesa de Berlín a afilar sus espadas directamente en las escalinatas, además de quemar banderas francesas e insultar a Napoleón y exigieron a Bonaparte sin argumentos la eliminación de la confederación del Rin y la entrega de Bélgica. Es bien sabido que el emperador era rendido admirador de Federico el grande y había tratado de seducir a Prusia ofreciéndoles Hannover como despojo si se unían contra el Reino Unido, empero al saber sobre el ultimátum cruzo el Rin nuevamente en la primera guerra relámpago de la historia de Europa, 19 días le tomo borrar a Prusia del mapa, de los 250,000 soldados de Federico el grande, fueron asesinados, heridos o desaparecidos 60,000 más 180,000 prisioneros 2,000 piezas de artillería y demás despojos y finalmente llamado rabiosamente por los polacos y actuando claramente en su beneficio personal Napoleón invadió o libero una parte de Polonia creando el gran ducado de Varsovia y batiendo al Zar quien se rindió y firmo la paz en Tilsit

Para este momento Bonaparte es señor de Europa, no obstante, su país no ha desatado ninguna guerra en Europa, ha vencido cuatro coaliciones, conquistando en el proceso por el mero derecho de conquista, licito todavía en la Gran Guerra, pero no ha comenzando ninguna aventura militar en el continente, tienen los franceses que sentir vergüenza por la detestable guerra de Haití, triste episodio en nuestra memoria colectiva. Empero los británicos no se han quedado lejos, han querido ocupar las Canarias y las Baleares, perdiendo Nelson un brazo a manos de los valientes españoles, igualmente han ocupado o tratado de ocupar Haití, la actual R. Dominicana, Córcega y la Guyana, además de castigar salvajemente a Irlanda con una hambruna que mataría a casi cien mil desgraciados por el intento de la isla esmeralda de seguir los pasos de Francia (este dato es muy poco conocido, pero si conocen a un irlandés pregunten por la gran hambruna de los 1790s y verán que os dice) Para el francés de a pie, todas las guerras les han sido impuestas y se han luchado para salvaguardar la revolución, si hay ya dos Bonaparte en tronos aparte de Napoleón, José en Nápoles y Luis en Holanda, pero ambos reinos han recibido a sus soberanos en paz, en Holanda, aun hoy se recuerda con aprecio a Luis el bueno. No obstante por vez primera en España no se le ha perdido nada a Francia, es un país aliado, hasta sumiso a la voluntad de Paris, no existe ninguna lógica en esta guerra, sino el precunio interés dinástico, quitar a un Borbón por un Bonaparte ¿no actuó así Louis XIV? Entonces ¿para qué diablos hicimos la revolución? Se ha coronado a Bonaparte como un escudo contra el antiguo régimen, se admiten las extravagancias de su familia ¿pero debemos tolerar que al estilo de los reyes de rancia estirpe, juegue con nuestro país como el juguete de su dinastía? ¿Para que hicimos la puñetera revolución? Esta pregunta Godoy aparece no así claro, en un lenguaje mucho más educado en un informe de Fouche en agosto de 1808, de un prefecto de la región del Mediodia y es mencionada por Tulard, el doctor igualmente señala que en el tribunado y en el senado hubo voces muy leves que cuestionaron el porqué de una nueva guerra contra un aliado, el rechazo natural de este conflicto tras el desastre de Bailen y la captura de lo que quedaba de la flota francesa en Cádiz se convirtió en las primeras protestas que enfrento Napoleón en la región de Burdeos, claro estas fueron acalladas brutalmente, pero sin duda estimado Godoy, para Francia en su conjunto la guerra de España si que fue vista sino como una tragedia, si como un inmenso error de Napoleón el primero y mas importante de los que cometió a partir de 1808 y que lo llevaron a una espiral que concluirá en su abdicación en abril de 1814, dejarse llevar por su ambicion, pasar ahora si, de defensor de Francia a conquistador, de preconizar los interés de la nación a los de su clan, en una palabra, en el verano de 1808 Bonaparte, el héroe comenzó a ser llamado aun por los mismos franceses “el ogro” pero no por sus victorias contra los enemigos hereditarios de Francia, sino por su colosal pifia en la peninsula.

Off:
En la tarde respondo estimado Godoy tu ultima intervencion y la de Sabba

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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 07 Abr 2015 22:39 
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Bueno, príncipe, creo que entre todos hacemos de este sitio virtual uno de los mejores foros en los que se puede leer, comentar, debatir, aprender... Y, de hecho, hay que animar a todos aquellos que nos leen a que participen en este foro y nos dejen sus conocimientos tan magníficamente bien como lo haces tú, estoy realmente asombrado por lo que sabes del pequeño corso.

Para empezar, estoy totalmente de acuerdo contigo que el orgullo y la ambición que llevaron a la cúspide a Napoleón fueron los mismos que terminaron de acabar con él. Fatal error aquel tratamiento hacia una potencia verdaderamente aliada, temerosa siempre por la ambición napoleónica, pero alida puesto que en Madrid y en París veían en aquella alianza ventajas para ambas frente, sobre todo, a un enemigo común: Inglaterra. Ahora bien, ¿aceptar una abdicación (claramente forzada con participación CLAVE de su embajador), a un rey como Fernando (cuyo afrancesamiento fue poco sincero a juzgar por el pasado anglófico de su camarilla) en que él estuviera casado con una princesa imperial (¿mezclar sangre Bonaparte con Borbón? Demasiado para las tripas del emperador) y liderada lo que, tal y como tú apuntas, sería una auténtica revolución y un paso bastante en firme para el estado liberal? Yo, estimado compañero, lo veo inviable. Napoleón contaba con altísimo respeto y cariño entre los españoles. Esa moderación que había llevado a Francia cayó bien en todos los sectores: tanto liberales o más bien la gente ilustrada, así como aristocracia, clero (sobre todo estos) y pueblo tenían en buena estima al señor de Europa... No es para menos el júbilo que se desató en España cuando llegaban noticias de su ejército entrando en el país para, tal y como pregonaban los fernandinos, acabar con la tiranía del príncipe de la Paz, salvar a Fernando (no se sabe muy bien de qué) y compartir sus glorias con su eterna aliada España... Dicho esto, todo ese júbilo, si se diluyó en poco tiempo en cuanto el populacho advirtió el engaño, la perfidia y la burla..., más rápido se hubiese diluido las clases dominantes del país, nobles y clérigos, hubiesen visto que sus privilegios se tocaran... Cambiar un sólo ápice de las formas tradicionales del país hubiera bastado para estallar una insurrección.

En cuanto a lo de Portugal... El asunto complejo. Godoy lo vio venir. Parece que poco después de Trafalgar (si no si antes, no lo recuerdo), ya Godoy trata de llamar la atención a Napoleón sobre el cáncer que resulta Portugal para los intereses de ambos. Esa enfermiza alianza de Inglaterra&Portugal al extremo (quizá porque a ello se debía la propia supervivincia del reino-nación de Portugal) resulta tremendamente perjudicial para los intereses españoles en el Mediterráneo, en el comercio con América y también en los territorios americanos. Los ingleses aprovechan todos los puertos portugueses, en península y colonias, para realizar todas sus operaciones...,no sólo para atacar convoyes españoles sino también para quitar a la corona española la posesión de los virreinatos de América, claro que la férrea oposición de estos se lo impidió. Es posible que Portugal actuara así por ambición, porque esperaba sacar tajada de aquello territorialmente y porque, muy importante, sabía que Carlos IV jamás consentiría nada que pusiera en peligro de existencia al reino de su propia hija, tal como quedó claro en las crisis de 1801. Todo esto Godoy lo sabía, y sabía lo tremendamente perjudicial que resultaba ello al interés de España. Intentó atraer la atención de Napoleón para, quizá, esto lo supongo yo, hacer cambiar la actitud de Carlos IV, hacer que los Braganza reinen en Brasil y que Portugal o bien se integre en la corona española o pase a manos de los infantes o para él, aquí sí parece cierto (tengo que investigarlo mejor) que Godoy vio aquí y en este tiempo una oportunidad para retirarse de la escena española y de sus enemigos en una pequeña porción portuguesa. Pero las cosas cambian. Napoleón anda muy centrado en las campañas centroeuropeas y el podería francés sale a relucir. Ni a Godoy, ni a Carlos IV le gustan las exigencias que mantiene Francia por su alianza, demasiado, dicen, para el honor de la Corona. Godoy ve el peligro que la ambición de Bonaparte significa para Europa y ve el momento adecuado en el verano de 1806 para alzar una gran coalición europea que combata a Francia en varios frentes. Se pone a ello. Pero resulta complicado. Carlos IV vacila y, lo peor, no encuentra apoyos internos... María Antonia de Nápoles ha muerto en primavera y el partido inglés se ha desintegrado, ahora la oposición pone las miras en Napoleón. Desesperado lanza su proclama, pero no obtiene resultado. Napoleón finalmente se impone como dueño y señor. A partir de entonces se halla muy comprometido, aunque intenta retirarse el rey lo mantiene a su lado. No le queda más remedio que plegarse en cierta manera a las exigencias francesas, llega Tilsit, el bloqueo y Portugal queda en el punto de mira. Napoleón quiere acabar con los Braganza pero Carlos IV ni Godoy lo consienten, se entran en las negociaciones de Fontainebleau y Napoleón le ofrece a Godoy su antigua pretensión territorial (así lo plegaba y de camino se lo quitaba del gobierno español) y a Carlos IV también le ofrece condiciones muy ventajosas para él y sus familiares... Se llega al acuerdo de la ocupación. Esta vez Napoleón no quiere ser burlado como en 1801 y antes de firmar adentra las tropas y a la misma vez sale la carta de Fernando. Salta todo por los aires y con ello su ambición y la tragedia de 1808.

Citar:
No obstante por vez primera en España no se le ha perdido nada a Francia, es un país aliado, hasta sumiso a la voluntad de Paris, no existe ninguna lógica en esta guerra, sino el precunio interés dinástico, quitar a un Borbón por un Bonaparte ¿no actuó así Louis XIV? Entonces ¿para qué diablos hicimos la revolución? Se ha coronado a Bonaparte como un escudo contra el antiguo régimen, se admiten las extravagancias de su familia ¿pero debemos tolerar que al estilo de los reyes de rancia estirpe, juegue con nuestro país como el juguete de su dinastía? ¿Para que hicimos la puñetera revolución? Esta pregunta Godoy aparece no así claro, en un lenguaje mucho más educado en un informe de Fouche en agosto de 1808, de un prefecto de la región del Mediodia y es mencionada por Tulard, el doctor igualmente señala que en el tribunado y en el senado hubo voces muy leves que cuestionaron el porqué de una nueva guerra contra un aliado, el rechazo natural de este conflicto tras el desastre de Bailen y la captura de lo que quedaba de la flota francesa en Cádiz se convirtió en las primeras protestas que enfrento Napoleón en la región de Burdeos, claro estas fueron acalladas brutalmente, pero sin duda estimado Godoy, para Francia en su conjunto la guerra de España si que fue vista sino como una tragedia, si como un inmenso error de Napoleón el primero y mas importante de los que cometió a partir de 1808 y que lo llevaron a una espiral que concluirá en su abdicación en abril de 1814, dejarse llevar por su ambicion, pasar ahora si, de defensor de Francia a conquistador, de preconizar los interés de la nación a los de su clan, en una palabra, en el verano de 1808 Bonaparte, el héroe comenzó a ser llamado aun por los mismos franceses “el ogro” pero no por sus victorias contra los enemigos hereditarios de Francia, sino por su colosal pifia en la peninsula.


=D> =D> =D> En España, efectivamente, sólo había interés personal pero también venganza contra alguien que no se plegaba sumisamente a su dictamen: el príncipe de la Paz, aquel que había osado lanzar una proclama para levantar las armas de España contra su Imperio. Portugal habría de servir para quitar de enmedio a Godoy, darle gusto a su ambición y que reinara en una porción de aquel reino. También vio el anhelo personal, con toda la gloria subida a la cabeza, de ampliar las fronteras de su Imperio hasta el Ebro cambiando las provincias españolas por las portuguesas... Estas "cuestiones proponibles" fueron traídas a España por Izquierdo (el agente de Godoy en París) que, junto con las advertencias de la de Etruria, alertaron a Godoy y a los Reyes de las intenciones del emperador. Por si fuera poco la torpeza de la oposición española le había hecho a él juez de la situación interna... Tenía todas las de ganar en su propósito con su mismo embajador conspirando en Madrid junto a los opositores fernandinos. Luego saltó lo de Aranjuez y Napoleón se encontró con la ocasión perfecta para, no solamente hacerse con el norte español sino con todo el reino, creyendo que con su buena fama entre los españoles el cambiar a los Borbón por los suyos habría de ser tan fácil como en Nápoles.

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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 08 Abr 2015 19:28 
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sabbatical escribió:
Yo tampoco entiendo la fascinación de Reverte con los franceses, la verdad, con lo sencillo que los ingleses hicieron todo sin tener que mover a sus reyes del trono, ni cargarse a nadie, se quedaron con todo lo que quisieron, empezando por lo de los mas panolis, aka nosotros y con su sistema de clases tan marcado han llevado siempre la democracia dos pasos por delante de los demás, y sin necesidad de escribir una Constitución.
Total, llegado el siglo XX con los nazis llamando a la puerta, se rilan, tanta revolución y tanta ilustración para acabar siendo tan cobardes, y son los otros, los SÚBDITOS de su graciosa majestad los que son sus agallas les tienen que salvar el cuello.


No puedo por menos que :bravo: :bravo: :bravo:
Yo es que soy una anglófila sin pudor alguno por serlo, una absoluta anglófila que a la que se le salta una lagrimilla cada vez que ve El Discurso del Rey. Es que es verdad...eran súper cuquis para todo, hasta cuando nos fastidiaban con sus Sir Francis Drake y tenía que salir una María Pita a darles estopa. Nada que ver con los Mesieurs esos, vamos, nada que ver. Uno no puede ser afrancesado por mucho que le mole el rollito Enciclopedia.


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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 08 Abr 2015 19:38 
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Godoy escribió:

Para empezar, estoy totalmente de acuerdo contigo que el orgullo y la ambición que llevaron a la cúspide a Napoleón fueron los mismos que terminaron de acabar con él.


Mis príncipes, de París y de la Paz...no conozco tan a fondo como vosotros a Napoleón, así que, por supuestísimo, tomaros la libertad de discutirme y enmendarme la plana, y no me parecerá nunca mal, antes al contrario me lo tomaré como un aliciente para seguir participando en el debate :ooops: Mi opinión es que Napoleón tenía un defectillo curioso: subestimar al prójimo. Igual que subestimó lo que podía hacer en la mente y el corazón de los prusianos el que se tejiese una leyenda en torno a Luise y su "Una rosa, Sire, una rosa por Magdeburgo"...pues también subestimó lo que podían ofenderle a los españoles de pié, los que calzaban abarcas y zuecos, aquellos Mesieurs dándose humos por las calles de Madrid...y también subestimó la voluntad de los moscovitas de reducir a ceniza sus casas de madera (total, estaban acostumbradísimos a los incendio) antes de entregar la capital al invasor. Napoleón subestimaba por sistema, y subestimar por sistema es un craso error de juicio, pienso yo.

(Me podéis corregir y enmendar la plana, jajajajaja, sé que me repito pero lo digo muy en serio...)


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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 08 Abr 2015 20:09 
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Minnie escribió:
Mis príncipes, de París y de la Paz...no conozco tan a fondo como vosotros a Napoleón, así que, por supuestísimo, tomaros la libertad de discutirme y enmendarme la plana, y no me parecerá nunca mal, antes al contrario me lo tomaré como un aliciente para seguir participando en el debate :ooops: Mi opinión es que Napoleón tenía un defectillo curioso: subestimar al prójimo. Igual que subestimó lo que podía hacer en la mente y el corazón de los prusianos el que se tejiese una leyenda en torno a Luise y su "Una rosa, Sire, una rosa por Magdeburgo"...pues también subestimó lo que podían ofenderle a los españoles de pié, los que calzaban abarcas y zuecos, aquellos Mesieurs dándose humos por las calles de Madrid...y también subestimó la voluntad de los moscovitas de reducir a ceniza sus casas de madera (total, estaban acostumbradísimos a los incendio) antes de entregar la capital al invasor. Napoleón subestimaba por sistema, y subestimar por sistema es un craso error de juicio, pienso yo.

(Me podéis corregir y enmendar la plana, jajajajaja, sé que me repito pero lo digo muy en serio...)


Reverendísima madre, ¿corregirle a usted? ¡Tremenda osadía por nuestra parte! Jajaja. Un lujo que se quiera apuntar a la charla.

Lejos de enmendarte (permítame el tuteo :-p), suscribo lo que apuntas. Creía tan a pie juntillas que su persona y su obra eran tanto como misión divina, que Dios estaba de su lado, que subestimó a todo el que se puso por delante. Y no sólo eso, es que el asunto fue más grave. Subestimó a sus enemigo incluso teniendo informes y voces cercanas a él que le alertaban sobre las consecuencias de decisiones tomadas, a veces, tan a la tremenda. En el caso español es o fue así. Conocía cómo era el caracter general de los españoles, siempre insatisfecho de lo suyo pero de viejo orgullo y con fiereza si le tocabas su Trinidad: Dios, Patria y Rey. Lógicamente no todo el mundo era así... Pero sí la inmensa mayoría de la población; la que vino a estallarle en toda la cara cuando osó hacerse con su vieja aliada: el 2 de mayo y la subsiguiente rebelión general. Creyó que con su aura divina, con su poderío militar y su buena fama entre los españoles que casi lanzaban flores al paso de sus tropas (creyendo ilusamente que venía a ratificar la alianza con Fernando en contra del dueto Carlos IV-Godoy) todo sería pan comido. Se equivocó. No midió lo arraigada que estaba la dinastía Borbón, con Fernando (claro), en España. Y lo peor es que se empeñó, su orgullo le impidió dar marcha atrás... Aunque más de una vez dejó a su suerte a su hermano José cuando veía que aquello era ingobernable, que no valía la pena gastar tanto hombre y que mejor quedarse con su norte del Ebro y que el resto tirase como pudiera. Demasiado tarde... Ya el mundo (o Europa) se le vino encima y sus fuerzas ya se habían debilitado y, peor, su perfidia quedó a la vista de toda Europa tras las atrocidades cometidas en la península.

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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 08 Abr 2015 20:19 
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Godoy escribió:
Y no sólo eso, es que el asunto fue más grave. Subestimó a sus enemigo incluso teniendo informes y voces cercanas a él que le alertaban sobre las consecuencias de decisiones tomadas, a veces, tan a la tremenda. En el caso español es o fue así. Conocía cómo era el caracter general de los españoles, siempre insatisfecho de lo suyo pero de viejo orgullo y con fiereza si le tocabas su Trinidad: Dios, Patria y Rey. Lógicamente no todo el mundo era así... Pero sí la inmensa mayoría de la población; la que vino a estallarle en toda la cara cuando osó hacerse con su vieja aliada: el 2 de mayo y la subsiguiente rebelión general. Creyó que con su aura divina, con su poderío militar y su buena fama entre los españoles que casi lanzaban flores al paso de sus tropas (creyendo ilusamente que venía a ratificar la alianza con Fernando en contra del dueto Carlos IV-Godoy) todo sería pan comido. Se equivocó. No midió lo arraigada que estaba la dinastía Borbón, con Fernando (claro), en España.


Fíjate que yo después de leer "Un día de cólera" de Pérez Reverte cambié un poco mi visión del asunto. Ya no creo que los españoles que se alzaron el 2 de Mayo lo hiciesen porque se sintiesen muy vinculados afectivamente a la dinastía, aunque el hecho de que los franceses fuesen a llevarse consigo a Francisco de Paula (un infante, sí, pero también, y quizá esto sea lo sustancial, un chiquillo que LLORABA), sirviese de llamarada que prendió la mecha del alzamiento. Ahora pienso que, sencillamente, los españoles pueden detestarse entre sí, pero llevan fatal eso de que vengan los franchutes a pavonearse por las calles de Madrid. Me imagino a los franceses con sus estupendos uniformes y su impresionante "hoja de servicios" a escala europea dándose aires en las tabernas de Madrid. Y me imagino a los Manolos cada vez más enfadados, porque aquellos Mesieurs que daban por hecho casi siempre que invitaba a las diez mil rondas el tabernero y que tenían carta blanca para pavonearse delante de la tabernera, decididos a demostrar que ellos no eran menos aunque les faltasen el uniforme y la hoja de servicio. Seguro que alguno preguntó a los demás eso tan español de: ¿hay cojones? Y el resto es Historia...


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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 09 Abr 2015 08:02 
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Muy apreciadas minnie y sabba

He querido responderos a ustedes antes que a nuestro estimado príncipe de la paz, porque nobleza obliga y las damas van primero

Verán, es totalmente innegable que Pérez Reverte es francófilo por ADN, me explico, él es un liberal en el sentido mas francés de la palabra, secularismo y laicismo, algunas inclinaciones republicanas, amante de los ilustrados, lector apasionado de Dumas, admirador muy a su pesar de la grande armee y no solo él, la inmensa mayoría de los liberales europeos, desde el XVIII hasta el siglo XX miraron hacia Francia, al mismo tiempo que los amantes del conservadurismo o más específicamente, de las viejas maneras, han siempre visto con admiración y aprecio a UK o en el siglo pasado al imperio de los Habsburgo. No obstante, os daré el nombre de algunos ilustres ingleses que dejaron su corazón en Francia, Byron, Keats y Coleridge, los tres grandes de la poesía romántica, el primero, el original rock star de la literatura contemporánea era rendido admirador de Bonaparte y lo mismo se puede mencionar a muchos, entre los políticos de tendencia whig pro galos, Fox, Asquith y el más grande de todos, Winston, quien de acuerdo a lo comentado por su propio hijo “hubiera sido más feliz repartiéndose occidente con Francia en lugar de los Estados Unidos” Por tanto, la francófila del Reverte es algo así como un sello de identidad liberal.

Ahora bien, filias y fobias aparte, creo que en el caso de la guerra de independencia y en general de la gran guerra francesa, lo que sucede no es que Reverte sea francófilo, no comparto el pensar que él simpatiza con la invasión, sino con las ideas emanadas de Francia, hermanadas con los liberales que eran lo mejor de España junto a los afrancesados y los Josefinos. Amén de esto, como yo mismo, Reverte es anglófobo, en el sentido de que en su memoria como en la de un servidor, está muy presente la nunca mejor llamada perfidia británica en relación a España y esto no son palabras o juicios subjetivos, sino hechos concretos.

Comencemos por la guerra anglo española, Charles Esdaile es un académico por el que siento un gran respeto, no obstante se requiere cara dura para suscribir sus palabras “El pueblo británico, no vio durante el transcurso de la alianza Española con Napoleón al pueblo español como enemigo, sino únicamente entendió que España era víctima de las maquinaciones de Bonaparte y las veleidades de Godoy” Si no vieron a España como enemigo no lo sé, pero de que vieron el imperio español como una apetitosa presa no queda la menor duda citando solamente algunos sucesos de la última guerra anglo-española de 1796 a 1808. En 1797 ataque británico a la isla de Trinidad y la de Puerto Rico, quedándose con la primera definitivamente (a lo Gibraltar o a lo Malta) meses después el casi olvidado ataque a Tenerife, donde Nelson perdería un brazo cortesía española y donde es seguro que de haber triunfado los británicos, hubieran igualmente retenido a perpetuidad aquella hermosa isla. Igualmente tomaron de España nuevamente Menorca, siendo esta devuelta en la paz de 1802 por demanda de Bonaparte. Dos años después, en 1804 reanudadas las hostilidades y sin que hubiera una declaración de guerra de por medio, en la Batalla del cabo de Santa María los británicos apresaron 3 navíos españoles en un acto de piratería (algo normal tratándose de la Royal Navy) posteriormente vendrían los desastres de Finisterre y Trafalgar, empero antes de 1808 vendría una última acción, las fallidas invasiones a la región de rio de la plata, que de haber sido un éxito, seguramente hubieran significado el establecimiento de un virreinato ingles, idea que vendría a las mentes británicas nuevamente durante la alianza contra Napoleón….

Ahora bien, después de la enorme torpeza del emperador, de la invasión de España, del dos de mayo y de Bailen, la Junta firmaría una alianza con el Reino Unido, naturales aliados en su guerra contra los franceses, empero yo no llamaría a los ingleses aliados de los españoles, sino simples cobeligerantes y nuevamente no me remito a los dichos, sino a los hechos. Bonaparte furioso mas allá de toda descripción tras Bailen, decidió bajar a España con la verdadera grande armee, es decir, que en el otoño de 1808 España tuvo que enfrentar la más formidable invasión de su historia, como era de esperarse dada la desorganización española y la incompetencia en los altos mandos, Napoleón y sus mariscales atropellaron todo lo que les salió a su paso al más puro estilo de su campaña dos años antes en Prusia, con la única diferencia de que los españoles a diferencia de los prusianos, nunca si quiera se plantearon la rendición. En Berlín 24 meses antes, mas allá de su reina Louise, los prusianos fueron abyectos y cobardes como nadie lo ha sido en la abigarra historia europea (si la rendición francesa de 1940 es vergonzosa, la rendición de Prusia en 1806 es patética)

Que hacían los ingleses mientras, pues enviaron a un cuerpo expedicionario al más puro estilo de la BEF de 1940, pelear muy poco y huir muy rápido. De acuerdo al plan desesperado español, las fuerzas de Sir John Moore debían cubrir la brecha entre el ejército de la izquierda y el llamado ejército de Extremadura, pero llegaron tarde, cuando Madrid había capitulado y se vieron solos frente al “ogro” que fue a por ellos como miura tras el capote, sin hacer largo este suceso, el ejercito ingles casi desintegrado se retiro vía la Coruña a su patria, dejando como señala Reverte a decenas de mujeres violadas, incendios y saqueos y como dato anecdótico, referido por Fraser, por aquello de sospecha del chovinismo, en Astorga, Moore huyo tan rápido y tan “heroicamente” que “olvido” a exactamente entre 995 y 1076 civiles británicos, mujeres y niños principalmente, hallados el 2 de enero de 1809 en un hangar de Astorga, hambrientos, tiritando de frío y temblando de miedo ante el ogro devorador de seres humanos, Bonaparte hizo que se tomaran todas las disposiciones para tranquilizar, alojar, calentar y alimentar a las mujeres y críos, antes de enviarlos de regreso en excelente estado de salud al ejército británico vía Portugal, esto es para que se vea que la historia es gris, no negra o blanca.

Meses después, tras la retirada de Napoleón de la península para combatir a los austriacos, la junta central solicitó al futuro duque de Wellington que apoyará el esfuerzo del ejército patriota para frenar al mariscal Soult, no obstante, tras obtener su primera victoria importante en Talavera (1809) él abandono a sus aliados a su suerte, negándose a formar parte de un nuevo frente aliados, retirándose a Portugal, el ejército español sería arrollado en Ocaña por Soult, en parte debido al abandono británico, éste ultimo conquistaría Andalucía, la cual sería víctima, especialmente Sevilla de un triste y vergonzoso expolio culpa francesa, sin duda, pero con la complicidad de un aliado renuente a ir en el auxilio de sus aliados.

En 1810 y 1811 los británicos realmente se desentendieron de los españoles, preocupados únicamente por defender Portugal, especialmente los puertos y por sobornar a los consejeros del zar para que Alejandro de una vez declarara la guerra a Napoleón. No obstante hay que hacer aquí un alto en el camino, como bien señala minnie, desde el siglo XVI, es decir en el comienzo del imperio español, Londres siempre codicio los enormes territorios ibéricos en el nuevo mundo y sus marineros y piratas trataron de saquear y arrebatarle a España su imperio por siglos, tan sólo pregúntenle a Blas sobre esto. Para 1808 la guerra anglo española concluyó por la soberbia del emperador, se entendería que al menos se le daría una tregua a la codicia británica en relación a los territorios ibéricos, nada más lejos de la realidad, Miranda el iniciador de la independencia de Sudamérica es sabido que contaba con apoyo logístico de las logias amazónicas inglesas que tenían ya un plan en 1807 para sublevarse con apoyo de Wellington y que siguió contando con apoyo ingles, durante la guerra de independencia. En México en 1815 Mina sería financiado por Londres así como existen rumores que el mismísimo Bolívar contó con grandes simpatías monetarias de los británicos, esto en un contexto donde 580,000 españoles morían defendiendo su país y combatiendo a los franceses, enemigos acérrimos de su majestad británica. Finalmente en 1819 sería el gabinete británico el primero en pugnar por el reconocimiento de los países americanos independientes y más allá de cuestiones éticas, hay que ser muy inglés para conducir la política de esta forma

Regresando al hilo de la guerra de 1808, Wellington retomaría por fin su ofensiva en 1812 aprovechando el debilitamiento francés por la campaña de Rusia, siendo nombrado generalísimo de los aliados en la península, vendrían Ciudad Rodrigo, Badajoz, Arapiles y finalmente la puntilla de José Bonaparte en Vitoria concluyendo la guerra ya en el lado francés de los pirineos en Toulouse en 1814. No obstante existe un olvido histórico que por sus propias palabras le molesta a Reverte, a diferencia de los británicos en Francia de 1914-1918 que se comportaron a la altura, en 1808 sus compatriotas desde los soldados hasta Wellington mostraron en sus cartas y despachos un enorme desprecio por España, su cultura y su gente, llegando en diversos caso al simple racismo y algo más grave que sus opiniones, sus acciones durante la campaña de 1812-1813, el inicio de la “liberación” vino en Ciudad Rodrigo, en los últimos días de enero de 1812, la orgia de violencia y sangre dejo una cifra de entre 500 a 2000 víctimas entre la población civil, violaciones, robos y todo tipo de vejaciones por parte de los anglo portugueses. Meses después en Badajoz vendría uno de los más salvajes sitios de esta horrible guerra, finalmente el 6 de abril de 1812 los británicos entraron en la ciudad, dando lugar una nueva escena de orgia de sangre que duro 70 horas, hasta que el mismo Wellington pudo detener a sus soldados, finalmente el saldo de aquella violación masiva, entre 2000 a 4000 españoles muertos, aproximadamente 1200 debido a epidemias y hambruna, el resto a las bayonetas de los casacas rojas, finalmente el año siguiente, en San Sebastián, tras Vitoria, un último sitio terrible, al finalizar el mismo, de las celebres 600 casas de San Sebastián, los franceses habían destruido por diversos motivos 60, quedando pues unas 540, al salir los británicos de la ciudad, estaban en pie, unas 40 casas, el saldo de la destrucción fue el siguiente, aproximadamente 540 casas destruidas, pérdidas materiales por valor de 102 millones de reales y lo más importante 1500 víctimas civiles ¿Cómo poner estos datos en contexto? En el célebre dos de mayo Murat causo las siguientes muertes de acuerdo a Perez Guzman 409 muertos, 39 de ellos militares, y 170 heridos, de los cuales 28 eran militares. El resto de los muertos y heridos eran civiles, en cualquier caso, menos de 500 muertos. Y finalmente decir que Vitoria se salvo de un saqueo similar gracias a la intervención personal de Alava y que en Madrid al ser liberada por los aliados, numeroso comercios fueron minados por las tropas inglesas, comercios y fabricas, rivales de los productos británicos.

Por tanto que haya y habrá en sus siguientes artículos, cierta hostilidad de Reverte hacia el ejercito de Su Majestad, no debe causarnos extrañeza :whistling:

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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 09 Abr 2015 10:29 
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Bueno, bueno, bueno, príncipe. ¡Qué forma de retratar al pérfido inglés! ¡Magistral! Así fue la 'ayuda' británica... Mientras combatían al francés se encargaban de rematar a su enemigo de siglos, al español, en su propio suelo haciendo lo que al francés no le dio tiempo. Y mientras en la península con una mano se 'aliaban' a la España "patriota", en América, como prueba de amistad, con la otra se dedicaban a levantar, equipar y financiar insurrectos para desquitarse por lo de las Trece Colonias... Y ahí está el grandísimo Ducado de Wellington elevado a las más altas instancias (toisones, sotos de Roma, cuadros...), que parece de broma.

Y todo esto ya se vio venir tiempo ha. Los ilustrados, con gente como Aranda a la cabeza, ya veían en el inglés al verdadero enemigo español por siglos. Por eso esa reticencia a querer declarar la guerra a Francia tras el estallido revolucionario al margen de la situación del propio ejército. Tener una Francia desolada por la invasión coaligada de todas las potencias europeas le podría salir caro a España porque pondría al RU en primera plana... Esto también lo vio Godoy cuando asumió el mando y luego firmó la alianza con la Francia republicana, más allá de intereses personales, sobraban motivos para afirmar que el verdadero enemigo del imperio español, más allá de idearios y dinastías, eran los ingleses. Luego pudo salir mal la cosa, pero Godoy no hizo más que volver al viejo pacto de familias solo que esta vez, por la situación, más pacto de Estados que otra cosa, lógicamente; pero era una vuelta a la política tradicional durante el siglo XVIII, la unión franco-española frente al inglés. Sin embargo, tiempo atrás, los mismos ilustrados vieron una trampa mortal al imperio español la sublevación de las Trece Colonias en el norte de América. El golpe sería duro al imperialismo británico pero más duro sería al interés español tener una nación independiente netamente americana colindando con las colonias españolas y siendo un ejemplo de soberanía frente al poder metropolitano... Aranda fue uno de los que se negó a dar alas a ello, mas la administración golilla de Carlos III no lo vio igual y comprometió ya para siempre a la Corona puesto que el inglés desde entonces atacaría con más ahínco al colonialismo español y no pararían hasta finalmente desquitarse. Y, por cierto, el conflicto no saldría carísimo desde el punto de vista económico, arrastrándolo las finanzas de la Corona hasta el reinado de su hijo.

Y, querida Minnie, en el tema del Dos de Mayo. Mi opinión personal es que se produjo un cúmulo enorme de causas. La euforia desatada a la llegada de Murat, la caída de Godoy-Carlos IV, la entrada de Fernando en Madrid fue tal, que cuando el pueblo se dio cuenta del engaño y la perfidia francesa (más allá de la situación pintoresca del rey no reconocido, por los informes que a Madrid llegaban de las provincias del norte) se preparó un caldo de cultivo perfecto para el estallido del enorme descontento. Faltaba una chispa. Y es que hubo muchas. La actitud del soberbio ejército napoleónico que, por resumir, más que ejército aliado se comportaba como ejército de ocupación, con una chulería que ofendía a la plebe madrileñas (para chulos, ellos). Lo que colmó el vaso que desató la furia fue, efectivamente, ver a aquel chaval de catorce años llorando y saliendo de palacio, como así entendió la gente que fue testigo, contra su voluntad. Aquello confirmó las sospechas de secuestro de la familia real por parte de Napoleón y el llanto del infante, supuesto hijo del príncipe de la Paz para las malas lenguas (supongo que esto estaba casi reducido al ámbito palaciego y de la nobleza), fue la palanca que activó la insurrección. Tampoco hay que olvidar el enfado que provocó la liberación de Godoy, el responsable de todos los males nacionales, en el pueblo por parte de las autoridades francesas. Esto lo aprovechó Napoleón en Bayona para amedrentar el poco ánimo de Carlos IV tras los últimos acontecimientos contra él por parte de su pueblo y tras el espanto que le provocaron las noticias del Dos de mayo: Se le hizo creer que los fernandinos difundieron en el pueblo que él volvería al Trono (y con él Godoy) y que todo aquello fue el reflejo del descontento popular. Lógicamente, aquello hizo estragos en Carlos IV, cuya personalidad ya conocía bien Napoelón. Este cerró las puertas definitivamente a dejar reinar a Fernando, a Carlos y a Antonio... Solo aceptaba a Carlos IV como legítimo rey... Pero el viejo Carlos (que no conocía las tramas que Napoleón hizo por detrás con los fernandinos porque, incomprensiblemente, estos no le informaron de la jugarreta que les había hecho en Bayona) dejó claro que no reinaría sobre la sangre de sus súbditos y aceptó la proposición de Napoleón de abdicar en él bajo tres puntos intocables: independencia, integridad y catolicidad de España. Antes que utilizar las armas contra "sus hijos" prefería el destierro y el descanso. La reina y Godoy, atónitos, se resignaron a lo pactado.

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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 26 Abr 2015 17:04 
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Arturo Pérez-Reverte
Una historia de España (XLII)

La escabechina de la Independencia, que en Cataluña llamaron del Francés, fue una carnicería, atroz, larga y densa, españolísima de maneras, con sus puntitos de guerra civil sobre todo al principio, cuando los bandos no estaban del todo claros. Luego ya se fue definiendo, masa de patriotas por una parte y, por la otra, españoles afrancesados con tropas -de grado o a la fuerza- leales al rey francés Pepe Botella, que eran menos pero estaban con los gabachos, que eran los más fuertes. En cuanto al estilo, que como digo fue muy nuestro, el mejor corresponsal de guerra que hubo nunca, Francisco de Goya, dejó fiel constancia de todo aquel desparrame en su estremecedora serie de grabados Los desastres de la guerra; así que, si les echan ustedes un vistazo -están en internet-, me ahorran a mí muchas explicaciones sobre cómo actuaron ambas partes. Napoleón, que había puesto a toda Europa de rodillas, creía que esto iba a solventarlo con cuatro cañonazos; pero estaba lejos de conocer el percal. En los primeros momentos, con toda España sublevada, los franceses las pasaron canutas y se comieron en Bailén una derrota como el sombrero de Jorge Negrete, dejando allí 20.000 prisioneros. Tomar Zaragoza y Gerona, que se defendieron a sangre y fuego cual gatos panza arriba, también les costó sangrientos y largos asedios. Tan chunga se puso la cosa que el propio Napoleón tuvo que venir a España a dirigir las operaciones, tomar Somosierra y entrar en Madrid, de donde su hermano Pepe, ante la proximidad de las tropas patriotas españolas, había tenido que salir ciscando leches. Al fin los ejércitos imperiales se fueron haciendo dueños del paisaje, aunque hubo ciudades donde no pudieron entrar o estuvieron ocupándolas muy poco tiempo. La que nunca llegaron a pisar fue Cádiz, allí en la otra punta, que atrincherada en lo suyo resistió durante toda la guerra, y donde fueron a refugiarse el gobierno patriota y los restos de los destrozados ejércitos españoles.

Sin embargo, aunque España, más o menos, estaba oficialmente bajo dominio francés, lo cierto es que buena parte nunca lo estuvo del todo, pues surgió una modalidad de combate tan española, tan nuestra, que hoy los diccionarios extranjeros se refieren a ella con la palabra española: guerrilla. Los guerrilleros eran gente dura y bronca: bandoleros, campesinos, contrabandistas y gente así, lo mejor de cada casa, sobre todo al principio. Fulanos desesperados que no tragaban a los gabachos o tenían cuentas pendientes porque les habían quemado la casa, violado a la mujer y atrocidades de esa clase. Luego ya se fue sumando más gente, incluidos muchos desertores de los ejércitos regulares que los franceses solían derrotar casi siempre cuando había batallas en campo abierto, porque lo nuestro era un descojono de disciplina y organización; pero que luego, después de cada derrota, de correr por los campos o refugiarse en la sierra, volvían a reunirse y peleaban de nuevo, incansables, supliendo la falta de medios y de encuadramiento militar con esa mala leche, ese valor suicida y ese odio contumaz que tienen los españoles cuando algo o alguien se les atraviesa en el gaznate. Así, la guerra de la Independencia fue, sobre todo, una sucesión de derrotas militares que a los españoles parecían importarles un huevo, pues siempre estaban dispuestos para la siguiente. Y de ese modo, entre ejércitos regulares desorganizados y con poco éxito, pero tenaces hasta el disparate, y guerrilleros feroces que infestaban los campos y caminos, sacándole literalmente las tripas al franchute que pillaban aparte, los invasores dormían con un ojo abierto y vivían en angustia permanente, en plan americanos en Iraq, con pequeñas guarniciones atrincheradas en ciudades y fortines de los que no salían más que en mogollón y sin fiarse ni de su padre. Aquello era una pesadilla con música de Paco de Lucía. Imaginen, por ejemplo, el estado de ánimo de ese correo francés a caballo, Dupont o como se llamara el desgraciado, galopando solo por Despeñaperros, tocotoc, tocotoc, mirando acojonado hacia arriba, a las alturas del desfiladero, cayéndole el sudor por el cogote, loco por llegar a Madrid, entregar el despacho, tomarse una tila y luego relajarse en un puticlub, cuando de pronto ve que le sale al camino una partida de fulanos morenos y bajitos cubiertos de medallas religiosas y escapularios, con patillas, trabucos, navajas y una sonrisa a lo Curro Jiménez que le dicen: «Oye, criatura, báhate der cabayo que vamo a converzá un rato». Ahí, en el mejor de los casos, el gabacho se moría de infarto, él solo, ahorrándose lo que venía luego. A algunos se les oía gritar durante días. [Continuará].

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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 26 Abr 2015 22:29 
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Esta vez no le voy a poner pegas al bueno de Arturo.

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Dejó de lado esa postura afrancesada, muy legítima por su parte, y se ha limitado a contar cómo esa guerra harto terrible, como todas, pero esta es de las que dejaron huella.

Me he reído al leer el artículo. La único que no me ha gustado es la anecdotilla del acento andaluz...

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 Asunto: Re: Una Historia de España ... (by Pérez-Reverte)
NotaPublicado: 03 May 2015 17:38 
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Arturo Pérez-Reverte
Una historia de España (XLIII)

Y así andábamos, en plena guerra contra los franceses, con toda España arruinada y hecha un descalzaperros, los campos llenos de cadáveres y la sombra negra de la miseria y el hambre en todas partes, los ejércitos nacionales cada uno por su cuenta, odiándose los generales entre ellos -las faenas que se hacían unos a otros eran enormes; imaginen a los políticos de ahora con mando de tropas- y comiéndose, jefes y carne de cañón, derrota tras derrota pero sin aflojar nunca, con ese tesón entre homicida y suicida tan propio de nosotros, que lo mismo se aplica contra el enemigo que contra el vecino del quinto. Gran Bretaña, enemiga acérrima de la Francia napoleónica, había enviado fuerzas a la Península que permitían dar a este desparrame una cierta coherencia militar, con el duque de Wellington como jefe supremo de las fuerzas aliadas. Hubo batallas sangrientas grandes y pequeñas, la Albuera y Chiclana por ejemplo, donde los ingleses, siempre fieles a sí mismos en lo del coraje y la eficacia, se portaron de maravilla; y donde, justo es reconocerlo, las tropas españolas estuvieron espléndidas, pues cuando se veían bien mandadas y organizadas -aunque eso no fuera lo más frecuente- combatían siempre con una tenacidad y un valor ejemplares. Los ingleses, por su parte, que eran todo lo valientes que ustedes quieran, pero tan altaneros y crueles como de costumbre, despreciaban a los españoles, iban a su rollo y más de una vez, al tomar ciudades a los franceses, como Badajoz y San Sebastián, cometieron más excesos, saqueos y violaciones que los imperiales, portándose como en terreno enemigo. Y, bueno. Así, poco a poco, con mucha pólvora y salivilla, sangre aparte, los franceses fueron perdiendo la guerra y retrocediendo hacia los Pirineos, y con ellos se fueron muchos de aquellos españoles, los llamados afrancesados, que por ideas honradas o por oportunismo habían sido partidarios del rey Pepe Botella y el gobierno francés. Se largaban sobre todo porque las tropas vencedoras, por no decir los guerrilleros, los despellejaban alegremente en cuanto les ponían la zarpa encima, y de todas partes surgían en socorro del vencedor, como de costumbre, patriotas de última hora dispuestos a denunciar al vecino al que envidiaban, rapar a la guapa que no les hizo caso, encarcelar al que les caía gordo o fusilar al que les prestó dinero. Y de esa manera, gente muy valiosa, científicos, artistas e intelectuales, emprendió el camino de un exilio que los españoles iban a transitar mucho en el futuro; una tragedia que puede resumirse con las tristes palabras de una carta que Moratín escribió a un amigo desde Burdeos: «Ayer llegó Goya, viejo, enfermo y sin hablar una palabra de francés».

De todas formas, y por fortuna, no todos los ilustrados eran pro-franceses. Gracias a la ayuda de la escuadra británica y a la inteligencia y valor de sus defensores, Cádiz había logrado resistir los asaltos gabachos. En ella se había refugiado el gobierno patriota, y allí, en ausencia del rey Fernando VII preso en Francia (de ese hijo de la grandísima puta hablaremos en otros capítulos), entre cañas de manzanilla y tapitas de lomo, políticos conservadores y políticos progresistas, según podemos entender eso en aquella época, se pusieron de acuerdo, cosa insólita entre españoles, para redactar una Constitución que regulase el futuro de la monarquía y la soberanía nacional. Se hizo pública con gran solemnidad en pleno asedio francés el 19 de marzo de 1812 -por eso se la bautizó como La Pepa- y en ella participaron no sólo diputados españoles de aquí, sino también de las colonias americanas, que ya empezaban a removerse pero aún no cuestionaban en serio su españolidad. Conviene señalar que esa Constitución -tan bonita e ideal que resultaba difícil de aplicar en la España de entonces- limitaba los poderes del rey, y que por eso los más conservadores la firmaron a regañadientes; entre otras cosas porque los liberales, o progresistas, amenazaban con echarles el pueblo encima. Así que los carcas hicieron de tripas corazón, aunque dispuestos a que en la primera oportunidad la Pepa se fuera al carajo y los diputados progres pagaran con sangre la humillación que les habían hecho pasar. Arrieritos somos, dijeron. Todo se cocía despacio, en fin, para que las dos Españas se descuartizaran una a otra durante los siguientes doscientos años. Así que en cuanto los franceses se fueron del todo, acabó la guerra y Napoleón nos hizo el regalo envenenado de devolvernos al rey más infame del que España tiene memoria, para los fieles partidarios del trono y el altar llegó la ocasión de ajustar cuentas. La dulce hora de la venganza.

[Continuará].

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Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com


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