Al igual que los Pares, sus esposas lucían mantos de coronación con sus correspondientes coronitas. Esto no lo veremos seguramente, pero, por si acaso, lo vamos a tratar.


Los Duques de Norfolk

Las damas de la nobleza con título, en lugar de una capa abierta y suelta como la de los caballeros, llevan túnicas o abrigos ajustados de color carmesí conocidos como kirtles. Quedan abiertos por la parte delantera, con mangas cortas y ribetes en piel. El manto se abre desde la cintura, ensanchándose gradualmente hasta el suelo. Las mangas debían portar dos franjas estrechas de armiño y un ribete final, recto o en forma de guirnalda.


Manto para una Condesa, con tres filas

Al igual que los hombres, el manto también tiene una pequeña capa de armiño que descansa sobre la espalda. El título de su portadora se distingue por las filas de colas de armiño, el largo de la cola y el ancho del ribete.

Baronesa: 2 filas
Vizcondesa: 2 filas y media
Condesa: 3 filas
Marquesa: 3 filas y media
Duquesa: 4 filas

Baronesa: cola de 1 yarda (0.9 m) y ribete de 2 pulgadas (5 cm)
Vizcondesa: cola de 1,15 yardas (1 m) y ribete de 2 pulgadas (5 cm)
Condesa: cola de 1,30 yardas (1,1 m) y ribete de 3 pulgadas (7,62 cm)
Marquesa: cola de 1,75 yardas (1,6 m) y ribete de 4 pulgadas (10,16 cm)
Duquesa: cola de 2 yardas (1,8 m) y ribete de 5 pulgadas (12,7 cm)

Manto y corona para una Condesa

Como en todas las coronaciones anteriores, se podían reciclar los ropajes familiares más antiguos. Así lo hizo Debo Mitford, Duquesa de Devonshire, desempolvando una reliquia de la familia de su marido. Desde la coronación de la Reina Victoria, la etiqueta apenas había sido modificada, por lo que era más que aceptable presentarse con un vestido "pasado de moda". Modistos como Norman Hartnell ejecutaron con maestría las directrices de la Corte, pero añadiendo ciertos cambios que tuvieron que ser aprobados previamente por palacio. Muchas Pares acudieron a su atelier para que les confeccionara verdaderas obras de arte.


A la izquierda, el manto alternativo creado por Hartnell para una baronesa; en el centro, manto para un barón; a la derecha, el manto de una marquesa.

Debajo del kirtle debían lucir un vestido de Corte largo, sin cola, de color blanco o color crema, con encaje, bordado o brocado de acuerdo al gusto de cada dama. El brocado podía ser de oro o plata. No estaba permitido utilizar plumas, velos, ni ningún otro complemento salvo joyas alrededor del cuello o prendidas en el vestido.

Las coronas seguían las mismas normas que las de los Pares, también adecuadas a cada título, pero de un tamaño inferior.