Vandal escribió:
Sobre los matrimonios de conveniencia y los pactos familiares... si a estas alturas todavía alguien puede ver con buenos ojos ese tipo de aberraciones culturales que atentan contra la propia salud emocional de las personas, si alguien lo ve aceptable me temo que no tengo argumentos para rebatirlo, para mí es como intentar demostrar que la tierra no es plana... deben ser ese tipo de cosas en las que un monárquico y un republicano jamás podremos encontrar ni un atisbo de acuerdo...
Hombre, Vandal...ni es aceptable ni inaceptable, jajajaja. Aquí no hablamos de matrimonios de conveniencia al estilo padres de mocita "la venden" a lo que ellos consideran un buen partido, negociando la dote y otras minucias con los progenitores del varón. Aquí no hablamos de esos apaños que, por desgracia, siguen lastrando las vidas de millones de niñas-mujeres en gran parte del planeta.
Aquí hablamos de familias reales que creían fervientemente que lo mejor para ellos, para perpetuar sus maravillosos linajes y conservar su esfera de influencia, era concertar bodas entre sus retoños. Y los retoños participaban de ese sistema...cuando querían. Anda que no ha habido casos de enlaces morganáticos, contrariando los designios dinásticos. Y solterías escogidas libremente (no miro a nadie, Irene).
Si un príncipe con aspiraciones de rey encuentra a una princesa que quiere apostar esa baza por si se convierte en reina consorte...pues mira tú que bien. Yo no creo que eso atente necesariamente contra la salud emocional de ninguno de los dos...esa clase de enlaces no son algo que a mí me atraiga en particular, pero admito que a veces han funcionado de maravilla, no peor en ningún caso que bodas cimentadas en un fulgurante enamoramiento. Tenían las cosas muy claras, había un background similar y unas metas comúnes. Generalmente, no se llamaban a engaño ni a desengaño, que es algo que ofrece sus ventajas para el equilibrio emocional, de hecho.
No es que me atraigan esas bodas...¿eh?...ni tampoco es que sea una ferviente partidaria de los matrimonios interdinásticos concertados. La nueva hornada de príncipes europeos, que yo sepa, ha podido elegir a sus partenaires...y me parece fenomenal. Pero el viejo sistema no siempre era un fiasco, de hecho solía dar unos resultados más que aceptables.