Es la representación plástica y visual de hasta qué punto llegó al cénit el poderío de la Monarquía Hispánica (mundial), y de su familia real, durante siglos la más importante. Hasta el punto, que Carlos I de Inglaterra perdió la cabeza por intentar emularlo (y tantos otros).
Cuarenta jefes de Estado de los más ricos y poderosos del mundo, no es de extrañar que se abra el arca de todo el tesoro público. Es un buen broche el comer también en El Prado. De nuevo, esa excepcionalidad de riqueza y cultura por ese poder del pasado, que además, no es otra cosa de la de Europa Occidental y Occidente en general. Un buen resumen...
Ojalá los reyes de España sigan, al menos en esto, ser unos excepcionales embajadores internacionales como los anteriores. En esta gira lo están haciendo. Elevan bastante el poder blando de este país, con los consiguientes beneficios.
La reina fue muy bien en la primera cena. De oscuro, como casi todas (menos la danesa), para no favorecer en la foto colectiva una imagen de "jarrón adornado". El volumen de la falda es lo más parecido a un vestido de noche de gala... grita algo de "aquí hay reina", junto a esa pulsera que, y a pesar de la enormidad de las estancias reales, brillaba y se hacía ver muy bien. Joyas de Victoria Eugenia de líneas sencillas y contemporáneas, pero ¡menudos brillantes!. Joyas de una reina importante. Pero todo con mucha amabilidad, sencillez y cordialidad, que considero de gente inteligente. Un diez, la verdad
